El deán alerta contra la «eutanasia global» en su pregón

A.D.M.
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Juan Miguel Ferrer remató con un duro alegato un discurso que empezó de manera más serena y emotiva. Presidió el acto la alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, en el Teatro de Rojas

El deán alerta contra la «eutanasia global» en su pregón - Foto: David Pérez

El deán de la Catedral de Toledo, Juan Miguel Ferrer, sorprendió ayer a los asistentes al pregón de Semana Santa, en el Teatro de Rojas, que comenzó recreando los diferentes días de que se compone la Pascua para finalizar con un duro alegato contra la «eutanasia global» y «diluvio abrazado con satisfacción» que amenazan a la sociedad actual. 

Ferrer advirtió a los asistentes contra el «ecologismo que desemboca en lo que hoy se llama ‘animalismo’, con su apariencia de extrema sensibilidad y progreso», y contra la «biotecnología» que «anuncia ya un futuro paradisiaco y ‘transhumanista’». Consciente del tono -«perdonen la dureza de mis palabras los que puedan simpatizar con tales tendencias», advirtió a los asistentes-, el deán se refirió a estas cuestiones como «antihumanismos», cuyo resultado «será una desilusión radical, parecida a la náusea que generaron los sueños de hombre nuevo o superhombre, que abrazaron los totalitarismos de principios del siglo XX. Quedará, tras una fatídica borrachera de falso progreso, la ‘fiebre de un sábado noche’».

Fue el final de una larga intervención que, a decir verdad, guardó poca relación con el resto del pregón. Ferrer recurrió a la conocida fórmula de recorrer la Semana Santa día a día, con emotivas palabras hacia las cofradías y hacia sus imágenes, como «el entrañable paso de ‘la Borriquita’», o los tambores que «resuenan como quejas en la noche de Toledo». Así fue su anuncio del Viernes Santo, por ejemplo: 

«El Viernes Santo de Toledo comienza con el crujido de la carraca y el ruido sordo de los tambores. Tambores de Viernes Santo, llanto de la tierra que ve morir a su Hacedor. Terremoto del Viernes Santo, ruido del tambor. De la Catedral nuevamente sale otra procesión, meditando la Pasión de Cristo, sale el Cristo de la Vega con su hermandad. Silencio y Cristo. Cristo conducido de casa del suegro del sumo sacerdote a casa del sumo sacerdote, donde se reunirá el sanedrín, de allí a casa de Poncio Pilato, de casa del romano a Herodes y de nuevo a Pilato».

Conforme entraba en el Sábado Santo, el tono del pregón comenzó a endurecerse, al referirse a «nuestra cultura que quiere construirse sin Dios», cuando «sin Dios pronto no le queda sitio al ser humano, tal vez por eso estos nuevos ‘Prometeos’ nos quieren vender la Heredad por un plato de lo que llaman ‘Transhumanismo’». Posteriormente, entre citas del teólogo Karl Rahner y de Benedicto XVI, se produjo el agrio final, que fue comentado por varios de los asistentes.

Entre las autoridades que asistieron al pregón de Semana Santa cabe destacar a la alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, acompañada por otros concejales del equipo de Gobierno, Ciudadanos y el Partido Popular, con sus respectivos candidatos.