Arte en colaboración

Javier D. Bazaga
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7 artistas afincados en Toledo exponen sus obras en el espacio CloudWorks de Madrid en un intento de hacer de la ciudad la capital de las mil culturas.

La muestra se puede visitar en el espacio CloudWorks de Madrid. - Foto: Juan Lázaro

Los paradigmas cambian, y lo que antes era una exposición de una colección que exhibía un solo artista para darse a conocer, hoy es una reunión de talentos. Un encuentro de creatividades que se dan la mano en un mismo espacio, aunque procedan de disciplinas distintas.

Así es ‘Arte de Toledo en Madrid’, una muestra ubicada en uno de los muchos espacios de coworking que se encuentran diseminados por la capital de España, pero con una situación envidiable, en pleno barrio de Salamanca y con vistas a la Cibeles. Es CluodWorks, un espacio de trabajo en el que se han unido la colaboración y el arte para exhibir las obras de 7 artistas afincados en la ciudad de Toledo.

«Es la filosofía del coworking para el arte», explica Charo Horrillos, ‘alma mater’ de este proyecto que ha llevado hasta Madrid las obras de estos creadores  procedentes de distintas partes del mundo. «No todos los artistas podemos pagarnos un estudio», y es que cada uno por su cuenta no habría podido exhibir sus obras, lo que motivó esta alianza de artistas formada por Mario Argumánez, ceramista; Ricardo Martín, pintor; Pablo Sanguino, pintor; Karla Storch, pintora; Frederik Takkenberg, pintor; Renate Takkenberg, fotógrafa; y la propia Charo Horrillos, escultora.

«Si funciona para Internet y para los negocios, también puede funcionar para el arte». Fue la idea que se instaló en la mente de Charo para encontrar una solución que diera salida a la creatividad de estos artistas, y en la que encontró como aliado a José Pandares, responsable de eventos de CloudWorks en Madrid, que vio la oportunidad de ‘decorar’ un espacio de trabajo y diseñado para los negocios con el color y el arte de estos artistas residentes en Toledo.

Precisamente de la mano de Pandares recorremos este espacio, lleno de luz natural que entra por los grandes ventanales con el sol de febrero, y en el que descubrimos las obras de Ricardo Martín, llenas de significado, o las de Frederik Takkenberg, llenas de color. Su madre, Renate Takkenberg, exhibe las fotografías realizadas a los patios toledanos, muchos de ellos privados, y que ha recopilado en dos grandes volúmenes que se pueden consultar.

El ceramista Mario Argumánez ha dejado su sello en sus creaciones, vasijas o jarrones a los que remata con detalles humanos y de animales que le dan un toque muy personal. Karla Storch ofrece una pintura muy intimista y reflexiva, algunas en blanco y negro y otra, que se ha convertido en una  de las más admiradas de este espacio de trabajo colaborativo, en colores púrpura, a manchas.

La escultora Charo Horrillos muestra a sus ‘gorditas’, creaciones hechas en papel que simulan mujeres que, a pesar de su volumen, se presentan con una agilidad y vitalidad pasmosas. Las obras de Pablo Sanguino van desde el collage y los abanicos hasta la pintura más creativa exponiendo tres cuadros que son ya ‘la joya de la corona’ de esta exposición.

El resultado es una muestra de un ‘grupo multicultural’ que hace evolucionar a la ciudad de Toledo como capital de las tres culturas para convertirse en la ‘capital de las mil culturas’ arropada por esa idea de arte colaborativo basada en la cooperación.

La muestra se puede visitar en el espacio CloudWorks de Madrid, situado en la calle Pedro Muñoz Seca, 2, hasta el próximo 20 de marzo.