El expreso azul, cine soviético en el toledo de 1933

A.D.M. / TOLEDO
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El magnífico largometraje de Ilya Trauberg fue proyectado por el Cineclub Proletario de la Biblioteca Circulante de Chamartín de la Rosa. Antonio del Amo, futuro director y guionista, mencionó el acontecimiento en la revista Nuestro Cinema

El expreso azul, cine soviético en el toledo de 1933

La década de 1930 es una de las menos estudiadas de Toledo en lo que a cine se refiere. Supuso la llegada de las primeras películas sonoras a la ciudad, trajo consigo el temprano rodaje de la republicana Fermín Galán (Fernando Roldán, 1931) y la proyección de películas soviéticas -sustituidas a partir de 1937 por la programación de películas nazis en el falangista «Cine de los Flechas» (Imperio)- como El expreso azul (Ilya Trauberg, 1929).

Conocemos, gracias a la revista Nuestro Cinema, que el Cineclub Proletario de la Biblioteca Circulante de Chamartín de la Rosa (Madrid), impulsado por el activo cineclubista Julio González Vázquez, proyectó exitosamente esta película en la ciudad en el año 1933.

Según el joven Antonio del Amo (1911-1991), quien años después se convertiría en un activo director y guionista -ganó la Concha de Oro en la primera edición del Festival de Cine de San Sebastián por Sierra maldita (1954) y sería el descubridor de Joselito en El pequeño ruiseñor (1956)-, el cineclub de Chamartín de la Rosa destacaba por su carácter «verdaderamente proletario». Es decir, no estaba dirigido solamente al intelectual comunista -que podía permitirse pagar entradas de hasta cuatro pesetas-, sino también «al obrero de las cloacas, al obrero de los parques de limpieza, al obrero de los andamios de obras públicas, al mozo de muelles y estaciones, al campesino».

«Con las masas obreras hay que contar principalmente cuando se trata de crear un cineclub», continuaba el futuro director en el número 13 de la revista Nuestro Cinema. «El obrero trabaja... Cuando le queda un rato libre, lee a Lenin, lee a Molotov...; se interesa por las luchas sociales y políticas en la prensa revolucionaria y por las sindicales en la prensa sindical». Sin embargo, añadía a continuación, «al rudo trabajador no le interesa el cinema más que un comino; ve en él operetas, comedias frívolas... cuya realidad se da de patadas con los callos de sus manos». Para el comunista Del Amo -que realizó durante la Guerra Civil varios documentales producidos por la Brigada Líster, los cuales estuvieron después a punto de llevarle ante un pelotón de fusilamiento de no ser por la intercesión del también cineasta Rafael Gil-, en oposición a lo que hoy denominaríamos cine comercial, las películas soviéticas eran aquellas «donde no cantan los hombres ni hablan las actrices, ni tocan el jazz-band los negros».

Ejemplo de todo lo contrario era precisamente El expreso azul. Filmada en 1929, sorprendente todavía hoy por su vertiginoso montaje, esta película es un magnífico ejemplo de la cinematografía soviética. «En ella se reflejan en valientes trazos -expresaba el periódico El Liberal el 29 de marzo de 1931, tras el estreno en el Real Cinema de Madrid- los primeros gritos rebeldes de los postergados chinos, juguetes muchos años de las intrigas mundiales, hasta que cansados, muertos de hambre y fatiga, lanzan el grito de exterminio contra sus verdugos y obtienen la primera victoria». La crítica, que recoge su distribución en España por Filmofono -estudio y compañía cinematográfica a los que estaba vinculado Luis Buñuel y que se convertirían en los mayores importadores de cine soviético en la España republicana-, aseguraba ser «la película comunista más importante quizá que se ha llevado a la pantalla».

Esta fue, en definitiva, la película que González Vázquez trajo a Toledo en 1933. Desconocemos si asistieron a su proyección el propio Buñuel -que en aquellas fechas acababa de trabajar en Las Hurdes, tierra sin pan- u otras personalidades culturales afines al artífice de este cineclub, como Rafael Alberti o María Teresa León. Todos ellos, visitantes habituales de Toledo durante los años anteriores a la contienda.