¿En qué ha cambiado el Ayuntamiento de Toledo en materia de Igualdad en los últimos cuatro años?

En estos cuatro años hemos dado un impulso a las políticas de igualdad coincidiendo, además, con la evolución que ha tenido el movimiento feminista, que se ha convertido en el movimiento transformador más importante de nuestro tiempo. En este periodo hemos pasado de celebrar el 8-M con actos que se desarrollaban de manera puntual a organizar todo un Festival que este año cumple su cuarta edición. Sabemos que la lucha por la igualdad no es cosa de un día y que es necesaria la educación para grandes y pequeños y por eso hemos puesto en marcha la Escuela Toledana de Igualdad que incluye actividades de concienciación a lo largo de todo el año. Hemos puesto en marcha el II Plan de Igualdad, que incluye medidas que afectan a toda la gestión municipal; hemos incorporado la perspectiva de género en las políticas de empleo y en los contratos públicos; hemos reforzado las funciones del Centro de la Mujer; nos acabamos de adherir a la Red de Ciudades Libres de Trata… Son pasos hacia adelante que se han dado y que son irreversibles.

¿Cuál es el objetivo de legislatura en este área?

Queda mucho por hacer. El reto para esta legislatura es el desarrollo del II Plan de Igualdad entre mujeres y hombres en la ciudad de Toledo 2018-2021 que gira en torno a cuatro ejes: cultura institucional de género, acceso a los recursos, nuevos valores y ciudad libre de violencias machistas sobre las mujeres. La Concejalía de Igualdad está pilotando todo el proceso, que ya va por su ecuador, y vamos a seguir trabajando para implementar las medidas que se recogen en ese documento y que tienen como objetivo acabar con las discriminaciones en cualquiera de sus manifestaciones.

Hablan de la transversalidad del área de Igualdad. ¿Se tiene en cuenta la perspectiva de género en las decisiones en materia de servicios, como iluminación, elección del mobiliario urbano, etcétera, o en las obras? ¿Hay ejemplos?

En la anterior legislatura iniciamos un proceso de renovación del alumbrado público que nos ha llevado a reducir la factura de la luz y el consumo de energía y a mejorar la iluminación de muchas calles que antes parecían la boca del lobo. El entorno de Safont, Valdeyernos y sus adyacentes, Reino Unido, la cuesta de San Servando, la CM-400 y otras muchas vías de nuestra ciudad han mejorado su imagen nocturna y su iluminación, lo que contribuye a mejorar la seguridad y que muchas mujeres se sientan más tranquilas. Es un buen ejemplo de aplicación de la perspectiva de género a los servicios públicos que vamos a extender a otras actuaciones y prestaciones municipales.

¿Los colectivos feministas están participando en la elaboración del Plan de Ordenación Municipal?

La elaboración del Plan de Ordenación Municipal tiene diferentes fases y cada una tiene sus plazos y sus procesos participativos. Será entonces cuando todos los colectivos puedan realizar sus aportaciones.

¿Cómo se reflejará en el futuro desarrollo urbanístico acabar con espacios vacíos y, por tanto, más inseguros para las mujeres?

Desde el Gobierno local apostamos por un modelo de ciudad cohesionado, sostenible y que ponga el urbanismo a disposición de la ciudadanía, convirtiendo los espacios públicos en lugares de encuentro y socialización, que se adapte a las necesidades actuales en cuanto a la movilidad, los desplazamientos y los usos de una sociedad que ha cambiado con respecto a hace 40 años y donde la mujer ha iniciado un proceso de empoderamiento que no tiene vuelta atrás. Todo esto se va a tener en cuenta. Nuestro punto de partida para el POM está basado en una perspectiva de igualdad y cohesión que encaja perfectamente con la necesidad de acabar con zonas vacías e inseguras. Toledo es una ciudad segura, como indican los índices de criminalidad, pero vamos a seguir trabajando en mejorar la percepción subjetiva de seguridad, porque es igual de importante que los meros datos.

¿Es suficiente tener una alcaldesa mujer y más concejalas mujeres que hombres para ser un Gobierno feminista?

Este Gobierno ha sido el primero en muchas cosas, primera mujer alcaldesa, primer gobierno con más mujeres que hombres… Pero este Gobierno es feminista no por cuota, sino porque consideramos que avanzar en igualdad es avanzar en democracia; porque estamos comprometidos con la erradicación de la violencia de género, con el fin de la precariedad laboral y la brecha salarial, con la defensa de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres y porque estamos en contra de la prostitución y de la trata de seres humanos con fines de explotación sexual. Queremos una sociedad paritaria y participativa en la que las mujeres ocupen el lugar que les corresponde por derecho, una sociedad que trate a las mujeres como personas libres y adultas capaces de tomar sus propias decisiones. Por eso somos un Gobierno feminista.

¿Cuándo estará el Protocolo Local de actuación contra la violencia de género?

Es uno de los compromisos que llevábamos en el programa electoral y queremos tenerlo a lo largo de la legislatura.

¿En qué se va a traducir el incremento del presupuesto en Igualdad?

Vamos a potenciar aún más el trabajo de concienciación, sensibilización y educación que canalizamos a través de la Escuela Toledana de Igualdad, principalmente porque creemos que es ahí donde más tenemos que incidir desde nuestra competencia municipal. También vamos a destinar recursos amplificar a la voz de las mujeres, dando visibilidad a aquellas que destacan en diferentes materias y que aglutinamos en el Festival FEM.

¿Qué siente al no haber este año declaración institucional en este Día Internacional de las Mujeres?

Al final esta circunstancia es un reflejo de una sociedad en la que hay sectores que todavía defienden postulados machistas que perpetúan la desigualdad y la discriminación… e incluso justifican la violencia hacia las mujeres. Me da pena que esos sectores hayan penetrado en las instituciones y hayan roto el consenso por primera vez en este Ayuntamiento, pero también nos da más argumentos para seguir luchando con más energía si cabe en defensa de nuestros derechos, de la igualdad de oportunidades, igualdad de trato etc. Esto sirve para no relajarnos y seguir alcanzando nuevos derechos y consolidando lo que ya hemos logrado.

Siempre decimos que la igualdad arranca en la educación. ¿Los pequeños tienen que aprender e interiorizar la igualdad de género y los mayores desaprender?

Con los más pequeños es más fácil. Desde el Ayuntamiento trabajamos con programas como el Toledo Educa o la ETI promoviendo una educación en valores de igualdad y solidaridad y desterrando los estereotipos. Pero también organizamos monólogos, charlas y encuentros dirigidos a las personas adultas que tienen como finalidad remover conciencias y ponernos frente al espejo para caer en nuestros propios prejuicios e intentar superarlos. Aquí el proceso es más complejo; todos tenemos que poner de nuestra parte.

¿Cuánto de trampa tiene la igualdad real en la que parece que vivimos?

Es una falacia que algunos quieren hacernos creer. Esto es muy peligroso. Hay que huir de la falsa creencia de que ya no hay desigualdades. Todavía vivimos en una sociedad que no es igualitaria. Un estudio de la Organización Internacional del Trabajo afirma que al ritmo actual alcanzaremos la igualdad real dentro de 200 años. Hay que seguir luchando entre todos, con todos y todas, para acortar esos plazos al mínimo.

Identificamos la violencia de género, la brecha salarial, la feminización de la pobreza, la preponderancia femenina de los cuidados, pero no tanto los micromachismos o los roles que asumimos como propios, o los problemas que nos resultan más lejanos, como la trata o la mutilación. ¿Ha detectado en sí misma algún comportamiento machista hacia los demás? ¿Lo ha sufrido?

Cuando decidí presentar mi candidatura a la Alcaldía se decía que una ciudad de tradición tan conservadora como Toledo no estaba preparada para tener una mujer como alcaldesa. Se trataba de un cliché que se ha demostrado falso en toda su extensión, Toledo no es la ciudad ultratradicionalista y carca que algunos pintan y sus ciudadanos forman una comunidad moderna y abierta que elige libremente a sus representantes. Por otro lado, yo creo que todos tenemos mecanismos y comportamientos heredados que afloran de manera inconsciente. Ese es el peligro de los micromachismos y podemos combatirlo, por ejemplo, con el uso de un lenguaje inclusivo o no dando por sentado determinados roles.