Mabel Lozano puede presumir de ser profeta en su tierra, y lo hace. Presume de la ayuda que el Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha le está prestando en su cine. Gracias a su apoyo «absolutamente incondicional» ha podido hacer algo pionero, que después se ha copiado en toda España, como llevar la película ‘Chicas Nuevas 24 horas’ a los centros educativos y hablar a los jóvenes de relaciones afectivos sexuales sanas. Como no podía ser de otra forma ella, agradecida, no duda en venir a Toledo cuantas veces hagan falta para presentar su trabajo.
Este lunes lo hacía para llevar a los toledanos su último trabajo, el documental ‘El Proxeneta’, su nuevo paso adelante en la lucha contra la prostitución. Fue en el auditorio Liberbank, en una proyección que a la vez se incluye en el Cineclub Municipal y el festival FEM 2020. En Toledo, explicó ella, había presentado el libro y había hecho un acto de varios cortos para descubrir el viaje que realiza una mujer desde que es captada y explotada. Pero esta película estaba en festivales y no se ha podido estrenar en la ciudad hasta ahora.
La trata y la prostitución, apuntó Lozano, están vinculadas y son un delito que vulnera los Derechos Humanos y que es la consecuencia directa de la desigualdad entre hombres y mujeres. A partir de ahí, el documental sirve para conocer la impunidad en la que se lleva tantos años trabajando. «¿Por qué esos clubes de carretera que están a lo largo de toda nuestra comunidad siguen abiertos, a pesar de que se sabe fehacientemente que están llenos de mujeres migrantes, en muchos casos en una situación de extrema esclavitud?», preguntó.
Desde la Junta. Es así, explicó la consejera de Igualdad, Blanca Fernández, «porque no se le pone coto, porque realmente no se ha ilegalizado el consumo de prostitución, porque no se ha puesto el foco sobre el putero y porque realmente a quien se ha estigmatizado toda la vida ha sido a la mujer prostituida, llamándola prostituta o puta». Todo ello, cuando el noventa por ciento de las mujeres que ejercen la prostitución lo hacen de manera obligada «y provienen de trata, que es esclavitud, la compra y venta de cuerpos, de seres humanos a los que destrozan la vida».
Hay un componente de violencia de género «brutal», apuntó la consejera, porque son mujeres y niñas explotadas con amenazas personales y hacia sus familias, con vejaciones y palizas, «y ya realmente cuando la amenaza no es necesaria es porque la voluntad se ha anulado».
A partir de ahí, valoró Fernández, todos los esfuerzos que se hagan desde una comunidad como Castilla-La Mancha «son pocos» y todo lo que haga la región será bienvenido a nivel nacional. Una de esas actuaciones es apoyar el cine de Mabel Lozano, algo a su juicio estratégico, porque le da mucha visibilidad a la situación. De ahí que agradeciera a Lozano en nombre del Gobierno que haya puesto su nombre y prestigio al servicio de esta causa.
Más allá, Fernández advirtió que «es evidente que necesitamos una legislación a nivel nacional que sea muy contundente, que proteja a las víctimas y a los testigos, que sea eficaz en esta lucha contra un delito muy grave que acaba con la vida y las expectativas vitales de miles de mujeres». En ese sentido, Fernández hizo una llamada al Ejecutivo de Pedro Sánchez a que «la explotación sexual es violencia machista, y como tal hay que tratarla». La ley regional así lo recoge y espera que a nivel nacional también se recoja a las mujeres prostituidas como unas esclavas a las que atender.
Lozano anunció también que en octubre presenta su nuevo libro y quiere que allí esté Blanca Fernández como referencia de su tierra, y «porque me parece que las políticas que desarrolla Castilla-La Mancha en todo el ámbito de igualdad son pioneras».