La plataforma logística y sus innumerables estudios y protocolos han vuelto hoy al Salón de Plenos con una moción de Ciudadanos. En ella, su portavoz Sergio Delgado, instaba a la firma de un convenio de colaboración entre la Junta de Comunidades y el Ayuntamiento para «impulsar la implantación y desarrollo de una plataforma logística» en la ciudad. El tema, por trascendental para el futuro de Talavera, además del retraso acumulado de una década, generó la ya habitual polémica del número de estudios sin avances apreciados por la ciudadanía, y finalmente no salió adelante por los votos en contra del PSOE.
El concejal de Planificación Urbana y Accesibilidad José Antonio Carrillo defendió la postura del equipo de Gobierno, a quien toda la oposición pedía explicaciones sobre los últimos pasos dados. Por ello, el edil inició su intervención pidiendo «remar en la misma dirección» por ser un proyecto vital para la ciudad, y aseguró que la Junta ya trabaja en los instrumentos de planeamiento territorial y urbanístico que, por cierto, aseguró no se habían hecho en los 8 años de Gobierno popular.
Cuestionado al respecto por el resto de partidos de la oposición, el concejal de Urbanismo recordó que para la ubicación definitiva del área logística será fundamental el resultado del estudio informativo del AVE, «¿o se piensan que podemos plantear una plataforma sin saber por dónde va a ir el tren?». En su opinión, es posible que la plataforma dependa del resultado de ese estudio informativo, por lo que es necesario esperar para determinar «la mejor ubicación de los terrenos y las mejores condiciones de su ordenación».
Carrillo cuestionó el estudio realizado por la empresa Teirlog Ingeniería SL y costeado por IPETA en 2019, con el Gobierno de Ramos, en el que se hablaba de la viabilidad económica del área logística, pero no así de estudios urbanísticos, fundamentales en el proyecto.
Así, aseguró que tras su realización, se han encontrado aspectos fundamentales que pueden cuestionar la ubicación, como el yacimiento arqueológico de la Villa Romana El Saucedo, con 26 hectáreas, 48 grupos de construcción con naves de mediano tamaño y piscinas «que habría que demoler», un circuito de karts, dos líneas eléctricas de alta tensión de 220 kilovatios que hay que soterrar o condicionarán los viarios para que se mantengan aéreas, una vía pecuaria, o cauces hídricos y arroyos, como el Canal Bajo del Alberche, de especial protección por lo que no se pueden urbanizar, dijo.