Amorós eleva a Joselito a la cátedra

Dominguín
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El catedrático de Literatura y cronista taurino, Andrés Amorós, dio en Villaseca una lección magistral sobre la figura de Joselito. Al finalizar la conferencia, se entregaronlos premios del año 2019 de Villaseca

Amorós eleva a Joselito a la cátedra

La conferencia dada por Andrés Amorós, como colofón a las XX Jornadas Taurinas de Villaseca de la Sagra, fue uno de los acontecimientos que se recordaran entre los más destacados de los realizados en esta localidad.

Tras ser presentado por Álvaro Acevedo, vestido de “dulce” para la ocasión, con elogios, destacando la importancia del protagonista, subió en solitario al escenario del salón de actos el catedrático.

Sólo, como lo hacen las figuras del toreo en los momentos claves, como si fuera una encerrona en solitario en un gran coso de importancia, con la sabiduría aprendida por su formación, pero sobre todo por sus vivencias, se plantó Andrés Amorós tras el atril con unos apuntes que le guiaron en su periplo dialéctico.

La soltura que da una clase de universidad, o un foro de importancia (que son muchos los que pisa), se vio en el salón lleno de Villaseca, donde los presentes asistieron a un recital de sabiduría y saber contar. Amorós fue desgranando de manera pormenorizada la vida y obra del torero de Gelves, destacando su aportación al toreo moderno de la época.

José el hijo pequeño de Fernando Gómez “El Gallo”, ya se puso delante de una becerra con tan sólo cuatro años, lo que demuestra su soltura, valentía y conocimiento de los astados. Llegó a saber tanto de toros y de casas ganaderas que se dijo que parecía que a Joselito le había parido una vaca, por los conocimientos que parecían innatos.

Sus tertulias con afamados toreos y taurinos, le fueron ahondado en la figura del torero fallecido en Talavera de la Reina. Hijo de un conocido notario madrileño, le facilitó el conocer a muchos toreros de su época juvenil, llegando a entablar posterior amistad con alguno de ellos.

Nos descubrió su desamor con la hija del ganadero de Pablo Romero, de sus reticencias a que fuera torero y tuviera sangre gitana en sus venas. También ahondó en cómo se hicieron estos ganaderos sorianos con la ganadería, tras la desamortización, pues perteneció la vacada a la iglesia y el obispo de Sevilla, amenazó con excomulgar a todo aquel de la diócesis que se quisiera hacer con el hierro.

Cosas curiosas como la casi incomparecencia de Joselito en Madrid el día de San Isidro del año 1920, por los impedimentos que le puso el entonces gobernador civil de la capital de España. Otra anécdota introdujo Amorós, como la estrecha amistad entre José y Juan Belmonte, y lo entrañable que eran esos largos viajes en tren de feria en feria. Ello no era del conocimiento de sus seguidores que eran férreos e incluso rivales entre sí, lo que hacía que ambos toreros tuvieran que desembarcar separados de los trenes, por distintos vagones o incluso en distintas estaciones.

Se hizo corta la clase de tauromaquia gallista que dio en Villaseca que levantó al público de sus asientos, asestándole una sonora ovación de varios minutos. Quiso el Ayuntamiento agradecer su figura y todo lo que ha aportado a la fiesta.

Tras este último coloquio fue el momento, como ya es tradicional, de hacer entrega de los premios del XX certamen de Novilladas Alfarero de Oro de la feria taurina 2019. Recibieron los galardones los siguientes agraciados, mejor faena, fue Héctor Gutiérrez; mejor ganadería otorgado a La Quinta que fue recibido por Álvaro Martínez Conradi; Mejor Novillo para “Labrador” herrado con el nº 75 de la divisa de Cebada Gago; el mejor peón de brega ha sido Daniel Sánchez; mejor par de banderillas para el subalterno toledano Rafael González, que tuvo unas entonadas palabras hacia Villaseca y su alcalde Jesús, y el mejor picador de la Feria Taurina de 2019 fue, Tito Sandoval. El premio a triunfador del Alfarero de Oro, no pudo entregarse en este acto a Diego San Román, que lo recibió de Jesús Hijosa la tarde del jueves tras la conferencia.

Como es habitual también, se aprovechó el mismo acto para hacer entrega a los premiados del “VI Alfarero de Plata de 2019”, que ha ido a parar a Miguel Polope, siendo la mejor ganadería de los tentaderos clasificatoria Eusebio Naranjo.