La alcaldesa de Las Ventas de Retamosa, Ana Gómez, describe a este diario la evidencia del miedo de los vecinos a los ocupas advenedizos que han sembrado la sensación de inseguridad desde el mes de marzo. Desde la declaración del estado de alarma nacional, este municipio sagreño de 3.200 empadronados ha visto la peor cara de esta ilegalidad que se extiende por parte del país. «Los vecinos se quedan en casa porque no se sienten seguros», apunta la regidora.

Las viviendas ocupadas se han duplicado. De las 35 de primeros de año a las 70 actuales. «Han venido personas muy conflictivas», asegura la regidora. Tanto, que al trabajador de una empresa que da servicio al municipio le dieron dos puñetazos.

La mayoría de las viviendas pertenecen a bancos e inmobiliarias. Quizá explique que solo haya una denuncia interpuesta por las ocupaciones, en su mayoría de chalés. Las ilegalidades se reparten por todo el municipio, pero la alcaldesa menciona que de 20 chalés de una calle hasta 17 están ocupados. Solo hay tres legítimos propietarios.

Las ocupaciones continúan. El domingo, otro inmueble fue allanado, y el miércoles por la noche quedó abortado otro intento. «No hay semana que no haya ocupación», comenta la alcaldesa, que pone otro ejemplo del descontrol: la Policía Nacional desmanteló en febrero una plantación de marihuana en una de estas casas ocupadas y precintó el inmueble; poco después, llegaron otros ocupas y se metieron en la vivienda.

La Policía Local de Las Ventas de Retamosa no cubre servicios de 24 horas y está pendiente de reforzar la plantilla; por ello, la alcaldesa demanda más agentes de la Guardia Civil en el municipio. A su término le corresponde el puesto de Valmojado.

Estas reclamaciones fueron expuestas el lunes en la reunión extraordinaria de la Junta Local de Seguridad a consecuencia de las ocupaciones. El subdelegado del Gobierno, Carlos Ángel Devia, encabezó los cargos junto con el jefe de la Comandancia de Toledo, el teniente coronel efe de operaciones de la Comandancia, el capitán jefe de la compañía, el sargento del puesto de Valmojado y el coordinador regional de emergencias para la provincia.

Mientras, la alcaldesa sigue observando por las calles a los ocupas sin mascarillas y sin respetar el mobiliario urbano. «Hay vecinos que dicen que se van a vivir a otros pueblos», lamenta.