El candidato socialista a alcalde de Villacañas, Jaime Martínez, dijo que se le había puesto la “piel de gallina” de ver el salón del restaurante Montes lleno y eso que era una hora mala, pasada las doce del medio. “Es hora de hacer la comida”, reconoció. Pero desde el público hubo quien le tranquilizó porque lo que habían hecho era dejar puesto el cocido. De todas formas, tras el acto había preparado un refrigerio.

Martínez se presenta con un programa que ocupa 128 folios, que ha rellenado escuchando a los villacañeros, como apuntó. Destacó algunas de sus promesas, como la de hacer un vaso intermedio en la piscina municipal. “Es para desahogar la piscina grande, que hay muchos bañistas”, explicó. También quiere renovar la zona centro del pueblo, “para hacerla más atractiva y más accesible para los peatones”.

Aprovechó que tenía delante al presidente de Castilla-La Mancha y candidato a la Junta, Emiliano García-Page, para pedirle que ofrezca su municipio como destino prioritario para inversiones industriales. Le avisó de que sus peticiones para el pueblo le van a llegar “por estéreo”, porque da por hecho que a sus reivindicaciones se van a sumar las que también le seguirá haciendo el anterior alcalde que ahora lo deja.

El alcalde saliente, Santiago García Aranda, destacó la personalidad del que aspira a sucederle, pues dice que compagina firmeza y amabilidad y que eso es complicado. Destacó de él que ha llevado la concejalía de Empleo, con lo que eso supone para este municipio, y que cada vez que ha habido un error ha estado ahí para solucionarlo. “Después doce años de mili, me corresponde dar el testigo”, reconoció, “pero lo que viene para Villacañas es mejor de lo que hemos tenido”.