Educar en hidratación

I.P.Nova / Toledo
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Tres mesas redondas, una enfocada a las madres, otra a los niños y otra a las personas de avanzada edad abordan los déficits y falsos mitos de la hidratación

Educar en buenos hábitos de hidratación para crear sociedades que sepan abordar este complejo campo de la nutrición y la salud. Ese es el objetivo con el que ayer se configuraron tres mesas redondas en el II Congreso Internacional y IV Español de Hidratación organizado por Coca Cola en el Palacio de Congresos El Greco. Una centrada en la hidratación en mujeres embarazadas, otra en niños y adolescentes y una última enfocada a personas mayores.

Desde antes de su nacimiento, este congreso (que convierte a Toledo en la capital de la Hidratación) apuesta por crear una educación en la correcta ingesta de fluidos. Por ello, Isabel Polanco presidió la comunicación oral en mujeres embarazadas y lactantes. Aunque no esté demostrado científicamente que el amplio aporte de líquidos mejore la lactancia, Polanco asegura que una correcta hidratación y hábitos puede crear algo, incluso, más importante: una educación de cara a futuras generaciones.

Como en todos los hábitos saludables, existen muchos falsos mitos respecto a la hidratación. En lo que respecta a las embarazadas, la también jefa del servicio de Gastroenterología y Nutrición Pediátrica asegura que la sensación de hinchazón y retención de líquidos no debe de hacer que las embarazas reduzcan su ingesta de líquidos sino que lo hagan en el consumo de sales.

«Siempre se ha dicho que la lactancia y el embarazo son situaciones fisiológicas en las que hace falta consumir algo más de agua. Pero, desde el punto de vista de la evidencia científica, no está claro que afecte», argumenta Polanco, que suele recomendar a las embarazadas que tomen una ingesta mayor de líquidos que la que le corresponde a su peso y a su edad cuando no están embarazada.

Entre los consejos para las madres lactantes y embarazadas, la experta señala que no se debe hervir el agua con tapadera ya que se condensan las sales. «Cuando se hierve el agua para hacer los biberones no hay que tapar el agua porque las salas se concentran y la mineralización ya no será débil. Existe un falso mito sobre que es más higiénico o hierve antes y es completamente falso», concluye.

El experto, Arturo Anadón fue el encargado de presidir el encuentro oral que se encuadraba en la hidratación en niños y adolescentes. En su campo, el catedrático en Toxicología de la Universidad Complutense de Madrid, remarcó la importancia de la hidratación a una edad tan concéntrica en la que la actividad física es constante y están en continuo crecimiento mental y fisiológico. «La hidratación afecta al sistema congnitivo», concreta.

Sobre todo en el caso de los adolescentes, Anadón asegura que la hidratación puede influir en el estado de ánimo de los jóvenes. «Es algo que favorece el estado de la normalidad del individuo. Si un niño presenta faltas, tendrá un comportamiento irascible que, incluso, se puede mostrar de forma física con vómitos y diarreas», argumenta.  

Como una de las bases de los problemas de la hidratación en los más pequeños, el experto señala la existencia de factores culturales. El catedrático señala que la cultura de los padres influye mucho en los hábitos de alimentación e hidratación. «En consecuencia, si les educamos en que hay que tomar agua, después del ejercicio y antes del ejercicio, aprenderán rutinas que les servirán para su salud», confirma.

Aunque sabe que configurar estos hábitos suele depender del núcleo familiar, Arturo Anadón apuesta por educar desde las escuelas para crear una base. «El Ministerio está haciendo mucho en este aspecto», concluyó.

Errores comunes. Mucha leche para los más pequeños o un exceso de bebidas edulcoradas son algunos de los fallo que señalan desde los grupos de expertos en lo que respecta a la hidratación de los más pequeños.

Además, los conferenciantes no sólo apuestan por la importancia de la hidratación a nivel de salud al «uso», también en su enfoque en lo que respecta a la nutrición y, consecuentemente, la obesidad infantil. «Tenemos un organismo en el que se deben ingerir nutrientes para depurar en forma de desechos y ahí influye mucho el agua. Si un niño no está correctamente hidratado no depurará de una manera igual de saludable», señala Anadón. En este aspecto, la catedrática Isabel Polanco recuerda los grandes contratiempos que ocasiona la falta de líquidos en lo que respecta al estreñimiento. «El estreñimiento común tiene su base en una falta de ingesta de líquidos», concreta Isabel Polanco.