José Cuenca: «Suárez presentó una España libre y abierta»

Carmen Ansótegui
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José Cuenca acaba de publicar De Suárez a Gorbachov. Testimonios y confidencias de un embajador.

José Cuenca: «Suárez presentó una España libre y abierta» - Foto: JUAN LAZARO

 
Su trayectoria diplomática le ha permitido vivir momentos de la Historia que han sido claves para las relaciones internacionales de España en el siglo XX. José Cuenca acaba de publicar De Suárez a Gorbachov. Testimonios y confidencias de un embajador. 
 
¿Qué acontecimientos ha incluido en el libro?
No contiene unas memorias, sino testimonios sobre hechos que he vivido desde dentro: el análisis profundo de la política exterior de la Transición, la entrada de España en la OTAN y el fin de la Unión Soviética. Tres acontecimientos clave de nuestra Historia reciente.
 
¿Cuál fue el papel de Adolfo Suárez en política exterior?
Suárez y Calvo-Sotelo nos sacaron del aislamiento secular que habíamos vivido. España no había participado en ninguna de las dos guerras mundiales, pero en la segunda había apostado por el caballo perdedor. Así que no fuimos admitidos en la ONU, cuando se creó en 1945, ni en la OTAN. Franco estaba solo. En sus casi 40 años de mandato, hizo un solo viaje oficial como jefe del Estado, a Portugal. Nada más. Suárez, en cambio, en los tres años que siguieron a las elecciones de 1977, visitó una treintena de países. En ellos presentó la imagen de una España vigorosa, libre y democrática, abierta a la modernidad.
 
En el texto cuenta aspectos desconocidos de episodios de la Transición. ¿En qué operaciones estuvo involucrado usted, que ahora salen a la luz?
Son muchas las cosas que se cuentan en este libro por primera vez sobre el Sáhara, sobre Oriente Medio, sobre Gibraltar, sobre la OTAN o la caída de la URSS. Una de ellas, la misión que me encomendó el ministro Pérez-Llorca para liberar a los 38 pescadores que habían sido secuestrados en el año 80 por el Frente Polisario. El embajador Cassinello y yo nos desplazamos a Argel, en secreto, y allí estuvimos negociando casi dos meses, hasta que nos trajimos a los merineros secuestrados. Nunca se ha contado nada sobre esta negociación, de la que doy noticia detallada.
 
Otro de los temas que trata es el de las negociaciones para que Gibraltar volviese a perternecer a España.
Hablo de lo que llamo la non nata declaración de Sintra, en el año 82, cuando estuvimos a punto de poner en marcha una dinámica que habría supuesto, con el tiempo, la retrocesión de Gibraltar a España. Teníamos todos los papeles preparados para el encuentro de Sintra, el 3 de abril; pero un día antes se produjo la invasión de las Malvinas. Y ahí se acabó todo.
 
En la obra, además de contar historias desconocidas por la ciudadanía ha desmentido afirmaciones que se han hecho sobre actuaciones de Suárez, ¿qué se ha dicho que no sea cierto?
Suárez, con su intuición prodigiosa, se dio enseguida cuenta de la importancia de lo internacional. Y eso le costó algunas críticas injustificadas. Por ejemplo: se ha dicho que intentó mediar entre Israel y los árabes, y no es verdad. ¿Cómo íbamos a mediar, si ni siquiera teníamos relaciones diplomáticas con Israel? Lo que hizo fue presentar unas ideas sobre una posible solución a este conflicto. En su viaje a Washington, en enero de 1980, se las expuso a Carter. Le puedo asegurar, porque yo le acompañé en este viaje, que el presidente americano quedó fascinado ante la presentación que le hizo.
 
Otro de los hechos históricos en los que centra su relato es la adhesión de España a la OTAN. La entrada en la Alianza Atlántica fue polémica, ¿cuáles fueron las claves que hicieron viable el proceso de adhesión?
Fue la gran aportación de Calvo-Sotelo a nuestra política exterior. He estudiado las más de 1500 páginas de los Diarios de Sesiones de las Cortes, donde se contienen las opiniones de unos y otros sobre este giro crucial en nuestros compromisos con la defensa de Occidente. En el libro cuento, a lo largo de casi 200 páginas, por qué, cómo y para qué entramos en la OTAN. Creo que es una aportación fundamental.
 
De hecho, a pesar de que el PSOE rechazó la adhesión de inicio, al llegar Felipe González al poder, acabaron por votar a favor de la permanencia de España en la OTAN, ¿por qué se produjo ese cambio de opinión en las filas socialistas?
La causa de ese cambio fue el descubrimiento, desde dentro, de las realidades del poder. Felipe González ha sido uno de nuestros grandes presidentes y no tuvo ningún empacho en rectificar sobre este tema porque, por encima de todo, fue y sigue siendo un hombre de Estado.
 
También fue embajador en Rusia, lo que le ha permitido incluir un capítulo sobre el fin de la Unión Soviética. ¿Cómo fue su relación con Gorbachov?
Llegué a tener con él una relación bastante estrecha, durante los cinco años y medio que fui embajador en Moscú. Al final de mi estancia, y cuando ya no era presidente de una URSS que había desaparecido, mantuvimos un encuentro de cerca de dos horas. Ese día me dijo muchas cosas, pero solo cuento lo que puedo.
 
¿Es cierto que fue Gorbachov quien le incitó a plasmar por escrito su visión sobre estos hechos históricos?
Según las notas que conservo, me dijo textualmente: usted ha sido el único embajador occidental que ha vivido, durante más de cinco años, la ascensión, la crisis y el final de la perestroika. Y entre los diplomáticos extranjeros, nadie como usted puede dar fe de tales hechos.
 
Dejando el libro a un lado y centrándonos en temas de la actualidad, ¿qué valoración hace del papel de Juan Carlos I como jefe de Estado y qué línea de actuación cree que seguirá Don Felipe?
En el ámbito internacional, Don Juan Carlos se abrió al mundo y proyectó la imagen de una España libre, moderna y democrática, que tenía ya con Occidente unos mismos valores compartidos. En este aspecto, el trabajo que hizo la Corona durante la Transición fue de importancia primordial. Hoy, la Monarquía sigue siendo clave, y Don Felipe continuará la misma tónica que su padre. De hecho, lleva solo seis meses como Soberano y ya ha visitado varios países y organizaciones internacionales.
 
Se acercan las próximas elecciones generales. ¿Cree que el resultado podría influir en la situación de España en la Unión Europea? 
Nadie sabe lo que va a pasar dentro de un año. Pero, gane quien gane, seguiremos en la OTAN y en la Unión Europea. De eso no me cabe duda. La Alianza y la UE han recibido muchas críticas, y en varios países; pero nadie se ha salido nunca de ninguna de esas dos instituciones. Porque los que están en el poder saben ya lo que conviene a sus intereses nacionales.