El Hospital General Nuestra Señora del Prado de Talavera está «preparado» para afrontar «una nueva fase» de la pandemia del coronavirus. Así lo confirmó el director gerente del Área Integrada de Talavera, José María Ruiz de Oña, quien, en declaraciones a La Tribuna, aseguró que la situación actual en el Hospital de Talavera «está bien» y existe «cierta normalidad» en cuanto a que la mayoría de las camas ocupadas lo están por pacientes que presentan patologías diferentes al coronavirus, a diferencia de lo que sucedió en los meses de marzo y abril.
Como ejemplo, indicó que el pasado 7 de septiembre había 56 pacientes ingresados por coronavirus y cuatro más en la UCI con respirador, ubicados en la UVI convencional, que cuenta con un total de 12 camas. Sin embargo, el hospital dispone de 40 camas para pacientes críticos, ya que se añaden otras tantas en la UCSI y en REA, disponibles de forma inmediata, además de otros dos espacios que en menos de 24 horas estarían funcionales, como ya lo estuvieron en marzo y abril, aunque no llegaron a hacer falta.
Oña indicó que ahora se está en una fase «en la que probablemente ya de los brotes estamos pasando a una transmisión comunitaria», algo que, como señaló, «en algunas zonas de España ya parece evidente». Por ello, «se contempla que la posibilidad de que, a medio plazo, progresivamente vayamos teniendo más presión en las camas de hospitalización y, por ende, en la parte de críticos».
Oña indicó que, por los datos de la primera oleada y como está sucediendo ahora en todo el país, alrededor del 10% de los pacientes ingresados por coronavirus «terminan pasando a la UVI», lo que supone que aproximadamente uno de cada diez pacientes con infección por Covid terminará ingresado en la UCI.
El gerente añadió que, tras terminar el Estado de Alarma y ‘normalizarse’ la situación, ha habido días en los que en el hospital prácticamente no ha habido pacientes ingresados por coronavirus detectados al acceder al centro sin tener sintomatología previa. Sin embargo, ya vuelve a haber pacientes hospitalizados por neumonías provocadas por Covid y el hospital afronta ya «otra fase». «Habrá que ver hacia dónde se desarrolla, y que tenemos ya preparada, pero cambia ya el escenario, porque lo que había en julio no es lo que tenemos ahora», dijo.
Precisamente, julio y agosto han sido meses con días en los que no ha habido ningún paciente ingresado por coronavirus en Talavera. Fue por tanto cuando recuperó en cierta manera la ‘normalidad’. Oña explicó al respecto que desde el Sescam ya se marcó en su momento que las medidas que se adoptaran para «tratar de retomar una cierta normalidad fueran reversibles si se daba la necesidad de volver a abordar la situación similar a la que hemos tenido en marzo y abril».
En el marco de ese plan de contingencia se desmontaron zonas de consultas para recuperar camas que se han mantenido. Sin embargo, al igual que se produjo una desescalada social se hizo lo propio en el ámbito hospitalario, con medidas como la liberación de los quirófanos para la realización de intervenciones quirúrgicas.
«Lo que sí hemos hecho ha sido mantener la posibilidad de, en 24 horas o menos, readaptar los espacios en función de la necesidad que haya», señaló Oña. De hecho, confirmó que ya ha habido readaptaciones, puesto que en verano ha habido una sola planta para pacientes con Covid y sospecha de positivo por coronavirus y ahora hay dos plantas para los positivos confirmados y otra para los que están en investigación.
Con ello, hay cerca de 80 camas disponibles para estos pacientes, con lo que habría capacidad de respuesta dada la cifra actual. Sobre este punto, el gerente remarcó que se pretende «ir dos pasos por delante» y en este sentido el plan de contingencia diseñado para hacer frente a la situación de emergencia sanitaria por el coronavirus determina el orden de habilitación de plantas a seguir si las que están ahora disponibles para pacientes Covid se llenaran.
En los momentos más duros de la pandemia se habilitaron alrededor de 240 camas para pacientes de coronavirus, como recordó el gerente, quien señaló que hubo momentos en los que prácticamente no había ingresos de otro tipo porque la actividad quirúrgica se limitaba a la de carácter urgente ni ciertas pruebas diagnósticas que requirieran un ingreso.
«A día de hoy nadie sabe cuál va a ser la evolución, pero creo que se debería partir de un concepto que es el de convivir con la pandemia», señaló Oña, quien recalcó que ya no se trata de «gestionar la aparición de la pandemia», como sucedió en los primeros meses, y por ello el objetivo es «tratar de acercarnos a la normalidad existente previamente, conviviendo con la pandemia».
Con ello, Oña apuntó que el objetivo es «tratar de mantener la asistencia sanitaria lo más cercana a la previa, partiendo de la base de que no va a ser, seguro, igual, y que dependerá de cómo evolucione». Para Oña, que se repita la situación dependerá de las medidas que se adopten en el ámbito social y del cumplimiento por parte de la ciudadanía.