Los agentes de la Policía Local de Yeles coinciden en que se enfrentaron el pasado lunes a una imagen insólita. Lo aseguran ellos, curtidos en una comarca con demasiados sobresaltos como la de La Sagra. Pues bien, uno de ellos vio a una furgoneta con las llantas por los suelos que circulaba rumbo al polígono. En ese momento, avisó a sus compañeros, quienes dieron finalmente el alto al conductor.

«Nunca habíamos visto algo tan llamativo. Nunca habíamos visto una cosa así. Las ruedas se reventaron del peso», comentaba ayer a este diario la Policía Local de Yeles. El vehículo iba cargado hasta los topes de hierro rumbo a una chatarrería próxima.

La sorpresa se multiplicó cuando comprobaron que del vehículo se bajó el conductor, el copiloto y un menor, adolescente, quien viajaba tumbado en forma de ocho entre la chatarra. Así se hizo un hueco en el interior de la furgoneta.

Los ocupantes habían viajado por caminos desde la localidad de Pantoja para llegar hasta la chatarrería de Yeles, un recorrido de unos 20 kilómetros en unas condiciones extraordinariamente precarias.

Inmediatamente, los agentes comprobaron que la furgoneta llevaba alrededor de una década sin pasar la Inspección Técnica de Vehículos. Por ello, este comportamiento puede acarrear sanciones de 200 euros por la sobrecarga, otros 200 euros por incumplir la ITV y otros 200 euros por las condiciones en las que viajaba el menor.

Los agentes municipales sagreños inmovilizaron el vehículo, que sí contaba con seguro. Así, los ocupantes descargaron completamente el material que portaban para la chatarrería. Y, a su vez, tuvieron que hacer uso del seguro para que una grúa se llevara la furgoneta, que había quedado inútil por la sobrecarga.

«Cada día, nos sorprendemos más», publicó la Policía Local en las redes sociales para mostrar a los 5.000 empadronados de Yeles lo insólito de la inmovilización practicada, con la aportación de una fotografía del vehículo. La publicación ha desatado una oleada de comentarios.