La primavera será benigna con los alérgicos a las gramíneas

Á. de la Paz
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El servicio de Alergología del Complejo Hospitalario de Toledo apunta a una estación favorable para estos pacientes, alrededor del 80% del total. La región cuenta con 400.000 alérgicos al polen

La primavera será benigna con los alérgicos a las gramíneas - Foto: Yolanda Redondo

Los pacientes alérgicos al polen de gramínea en Toledo vivirán una primavera más favorable que la de años anteriores. La previsión realizada por el servicio de Alergología del Hospital de Toledo califica de «leve» el pronóstico de pólenes para la estación recién comenzada. Las estimaciones del complejo sanitario, apoyadas por los informes de meteorología de la Aemet y su propio registro histórico desde 1994, calculan que la ciudad tendrá 1.700 granos de estas plantas herbáceas por metro cúbico. Según la escala empleada por los especialistas en la patología, la cifra queda dentro de una categoría favorable y notablemente alejada de los registros de primaveras pretéritas.

La alergia a las gramíneas es el tipo más habitual entre los pacientes que sufren por la presencia de pólenes. Los cálculos realizados por los especialistas del servicio apuntan que un 80% de los pacientes alérgicos por pólenes lo son por gramíneas. En el territorio de la región, los sanitarios cifran en alrededor de 400.000 los afectados por la dolencia.

El doctor Ángel Moral, responsable de la Unidad de Aerobiología del Hospital de Toledo, explicó cómo la falta de lluvias en el invierno ha favorecido «unas expectativas favorables». Las gramíneas, a diferencia de otras especies con tallo leñoso, se han beneficiado del reducido caudal de agua precipitada. Toledo, con 1.700 granos por metro cúbico, y Madrid, con unos 2.000 granos, disfrutarán de «una de las cifras más leves que ha habido en los últimos años».

La estimación publicada parte de los condicionantes que suponen tanto la contaminación ambiental como la propia climatología. «Hay una serie de patrones climatológicos que van a influir muchísimo en los comportamientos de los pólenes», apunta Moral. Entre estos factores se encuentran los cambios de temperaturas, las precipitaciones, la humedad relativa o la presencia de viento.

«Los niveles de pólenes en nuestra zona son muy altos y, por tanto, son muchos los pacientes que están afectados por la patología de alergia a los pólenes», anunció Moral. Esta presencia masiva surge del paisaje florístico típico del territorio y de las condiciones del clima en el área central de la península. La falta de precipitación en invierno, un 50% por debajo de lo habitual en la estación recién concluida, ha favorecido la menor polinización de las gramíneas, pero también los niveles extraordinariamente altos registrados en las semanas precedentes en los granos de cupresáceas.

Moral circunscribió la situación benigna a las gramíneas y recordó que en las próximas fechas el olivo tendrá su periodo de floración. «Puede ocurrir lo mismo», dijo el experto sobre una planta habitual en amplias zonas de Toledo y su provincia y que podría impactar con fuerza, como aún lo siguen haciendo las arizónicas y los cipreses, entre sus alérgicos.

ARIZÓNICAS MUY ALTAS. La elevada incidencia de las cupresáceas entre los meses de enero y marzo, categoría que agrupa a los cipreses y las arizónicas, ha limitado sensiblemente la calidad de vida de los pacientes aquejados de esta polinosis durante el pasado invierno. Castilla-La Mancha ha registrado niveles récord en este conjunto de plantas. Moral cifró en 135 granos por metro cúbico la cantidad a partir de la que un afectado por esta alergia comienza a percibir sus efectos negativos. La barrera ha sido rebasada frecuentemente. «En Talavera, el 27 de febrero, se contaron 6.100 granos». Los registros de Toledo ya rebasan los totales de años anteriores completos mientras que en Cuenca los datos de 2019 multiplican por diez otros anteriores.

La lluvia abundante del otoño de 2018, un 20% más alta del promedio habitual, y la sequedad de la estación posterior, sumadas a las oscilaciones de temperaturas durante el invierno y la presencia de días ventosos generaron las condiciones por una explosión sin precedentes.

MEJOR PREVENCIÓN. Por su parte, el jefe del servicio de Alergología, Carlos Senent, indicó que las patologías alérgicas afectan «a un porcentaje muy llamativo de la población» y aseguró que las diferentes estadísticas de recuento al respecto evidencian «un aumento progresivo» de su alcance entre la ciudadanía. «Estamos en la región del centro y la meseta donde es especialmente prevalente».

Senent ratificó la importancia de los registros estadísticos diarios que acumula el Hospital de Toledo desde marzo de 1994, una herramienta «que sirve para contrarrestar sus efectos: además de la parte terapéutica y los tratamientos sirve para minimizar el impacto de esta patología». Los estudios epidemiológicos realizados en sucesivas oleadas en 2005 y 2015 sellan el aumento de las consultas derivadas con esta dolencia. Los expertos apuestan por la combinación de soluciones farmacológicas con una mejor información que redunde en estrategias de prevención.