Rodri fue uno de los protagonistas de la final de la fase regional de la Copa RFEF que el CD Toledo ganó al Atlético Albacete en los penaltis. Se lesionó justo después de un cuádruple cambio que dejó a su equipo con diez. Al intentar rematar un balón en un córner, el vallisoletano sufrió un tirón en el isquiotibial que lo sacó del campo para no regresar.

A falta de pruebas, parece que se trata de una rotura muscular, aunque falta determinar el grado. De todos modos, teniendo en cuenta que el estreno liguero en el Álvarez Claro de Melilla, el próximo 5 de septiembre, se encuentra a menos de semana y media, es improbable que pueda estar para entonces.