Toledo, capital de la autocaravana

J. Monroy
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Toledo acoge la I Convención Nacional de Aseicar, patronal de las autocaravanas, un sector que está en auge y que quiere prepararse de cara a un futuro prometedor. La falta de áreas acondicionadas es uno de los problemas

Toledo, capital de la autocaravana - Foto: David Pérez

El sector de la caravana (o ‘caravaning’) está en alza en España. Sin ir más lejos, el pasado año se matricularon un total de 8.903 autocaravanas en todo el país. Durante dos días, Toledo se ha convertido en la capital del caravaning, con la celebración de la I Convención y la Asamblea General de Aseicar (Asociación Española de la Industria y Comercio del Caravaning). Más de 150 empresarios de la patronal del sector se han dado cita para estudiar el presente y el futuro de mismo. Inmersos en un boom de matriculaciones, quisieron examinar cuál puede ser la evolución del sector y estudiar sus carencias (como las áreas para estos vehículos, que hace que lugares que reciven muchos caravanistas no estén preparados), para desarrollarse en las mejores condiciones.

Su celebración en Toledo, explicó José Manuel Jurado, presidente de Aseicar, ha sido como guiño a Castilla-La Mancha, comunidad que está apostando mucho por el turismo en autocaravana y creando muchas áreas de servicio para las mismas. Además, es un entorno precioso, muy cerca de Madrid, muy cómodo para todos los que llegan de diversos puntos.

Turismo con ingresos. Si no hay área todavía para cavaranas en la ciudad, Jurado se  mostró convencido de que pronto la habrá, y más tras la convención. En Castilla-La Mancha hay ya más de una veintena. En breve, además, la Diputación de Ciudad Real está preparando más de treinta nuevas para este año. Para Jurado, «se ha dado cuenta de que es un turismo que le puede interesar sobre todo a las pequeñas áreas rurales». A su juicio, a quien más puede beneficiar este turismo es a la España interior, muchas veces la más interesada en que le lleguen visitantes, «estas pequeñas poblaciones que en el mejor de los casos a lo mejor tienen una pequeña casa rural con cuatro camas». Lo bueno es que con una caravana no hace falta construir más. Y en el momento que se habre un área en cualquier lugar, gracias a las aplicaciones móviles se enteran autocaravanistas de todo el mundo.

Además, se trata de un turismo que, según los datos de la patronal, deja unos ingresos de unos 150 euros por persona y día. «Porque es un público, primero, de un nivel medio o medio-alto, con una edad entre los treinta  tanto y los sesenta años, con su vida más o menos establecida, familias con niños, y que llevan su casa a cuesta, la invesión ya la tienen hecha», apuntó Jurado. Y aunque lleven cocina en la caravana, la mayor parte de las veces solo la utilizan para el desayuno, porque lo que les gusta es comer en el restaurante del pueblo y comprar productos locales.

Al final, aunque ciudades como Madrid no tiene área para autocaravanas y recibe sus críticas por ello, Jurado entiende que los municipios se tienen que conscienciar. Recuerda que si España no llegan a las mil áreas, en Francia hay seis mil. De ahí que aconseje que los distintos municipios se adelanten al problema y no esperen a que haya saturación, como ha ocurrido este verano en Galicia.