La Federación de Fútbol de Castilla-La Mancha está esperando a la Real Federación Española de Fútbol dé oficialidad a la estructuración de la Tercera División durante la temporada 2020/21, algo que es probable que suceda este lunes. Sin embargo, otras territoriales ya han avanzado parte de este plan, que pasa por una liga en tres fases que, presumiblemente, arrancará o el fin de semana del 10 y 11 de octubre o el del 17 y 18, y que concluirá con tres ascensos a Segunda B y seis descensos a Primera Preferente.
Extremadura, Andalucía o Madrid ya han dado forma a esta distribución, así que los cinco representantes provinciales, el CD Toledo, el CD Torrijos, el CD Illescas, el CD Villacañas y el CD Madridejos deberían tomar nota de lo que parece una pista fiable de lo que les deparará el nuevo curso. Así las cosas, en cuanto a la fecha, el compromiso entre la RFEF y las territoriales fue el de avisar con al menos un mes de antelación del comienzo del campeonato. Aún se está en plazos, aunque al no tener noticias, los equipos toledanos han optado por no arrancar todavía los entrenamientos.
Por lo demás, esta primera fase se llevaría a cabo con dos subgrupos de once equipos cada uno en formato de liga a dos vueltas. Los toledanos ya saben que van a competir con los representantes alcarreños, CD Guadalajara, CD Azuqueca y CD Marchamalo, y con los de la provincia de Cuenca, CD Tarancón, UB Conquense y CD Pedroñeras. Una vez finalizada, los tres primeros equipos de cada grupo pasarían a formar el Grupo de Ascenso, en el que el campeón y el subcampeón lograrían el ascenso directo a Segunda B después de volver a jugar entre ellos.
Por su parte, los equipos clasificados en la primera fase en los puestos cuarto, quinto y sexto de cada grupo formarían en la segunda fase el Grupo ‘Play off’. Los dos primeros clasificados pasarían a jugar un posterior ‘play off’ de ascenso junto con los cuatro equipos del Grupo de Ascenso que se quedaron sin dar el salto (seis en total). Por tanto, arrancará una tercera fase en forma de eliminatorias directas que daría al ganador final el billete a la categoría de bronce, completando así los tres ascensos a Segunda División B.
En el caso del descenso, se decidiría entre los conjuntos que durante la primera fase hayan quedado clasificados desde el séptimo puesto hasta el undécimo. En este caso se completaría en fase 2 el Grupo Permanencia, en el que los seis últimos clasificados perderían la categoría. Es la propuesta que toma fuerza a lo largo del fútbol no profesional español y que parece que tiene encima de la mesa la Real Federación Española de Fútbol, aunque desde la Federación de Fútbol de Castilla-La Mancha aseguran que todavía no es oficial.