La Junta prepara el Plan de Restauración para Almorox

Redacción
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Ante el riesgo de erosión del suelo, el informe advierte de la conveniencia de llevar a cabo los trabajos «con cierta celeridad» antes de que llegue «la época de mayores precipitaciones»

La Junta prepara el Plan de Restauración para Almorox

 

El incendio forestal que se declaró en el municipio toledano de Almorox el pasado 28 de junio -y que acabó afectando a la vecina comunidad de Madrid- dejó  una superficie quemada en territorio toledano de 737, 25 hectáreas  de las que 467 son forestales.   

Ahora, la Junta, desde la Consejería de Desarrollo Sostenible, está próxima a poner en marcha un Plan Técnico de Restauración   con medidas de emergencia cuyo paso previo es la autorización de  entrada en los terrenos privados por parte de sus dueños. Por ello, el Ayuntamiento de Almorox publicaba esta semana un anuncio en el BOP en el que comunicaba que, dado que la multitud de propietarios que se han visto afectados no van a poder llevar a cabo las labores técnicas propuestas en el plan y es muy difícil coordinar a cada uno de los propietarios, será el Ayuntamiento el que represente ante la Junta la propiedad de las fincas.

No obstante, si algún particular no está de acuerdo puede manifestar su oposición a la  realización de los trabajos en sus terrenos puedan hacerlo.

Según los datos que del Gobierno regional, las especies afectadas por el fuego fueron  principalmente pino piñonero y encina, afectando a la ZEC  y ZEPA  de la Sierra de San Vicente y valles del Tiétar y Alberche  y  Pinar de Almorox.

De este modo, los trabajos de emergencia que se han planteado buscan sobre todo «prevenir fenómenos erosivos, es decir, evitar pérdidas de suelo por escorrentía,  preparar  los terrenos para que la regeneración natural sea la mayor y mejor posible, y prevenir el ataque de insectos xilófagos que acabarían afectando a la masa forestal viva periférica con la afectada», señalan en el informe.

Además, la actuación también incluirá arreglo de caminos o acondicionamiento de los viales deteriorados.

El alcalde de Almorox se mostraba satisfecho de que se ponga un plan de restauración tan pronto en marcha y señalaba que ya se están buscando personas para trabajar en ello.

El plan tiene cuatro ejes de actuación y se iniciará con la retirada de los restos del arbolado afectado. Este trabajo, señala el informe, se podrá iniciar «en cuanto se considere asegurada la diseminación del piñón, ya iniciada al acelerarse por el efecto del fuego sobre las piñas».

En cuanto a las coníferas, se prevé extraer la totalidad del árbol afectado que, en parte, podrá ser aprovechado para la formación de pequeñas obras de contención de tierras (fajinas y albarradas). En el caso de las quercíneas y otras frondosas, que esperan que broten previsiblemente de cepa, se eliminará solo el material leñoso muerto.

El segundo eje de acción será prevenir la erosión. Y es que, indica el informe, el principal problema que sucede al paso del fuego es la fragilidad de este frente a procesos erosivos, «de carácter eólico y sobretodo de carácter laminar por procesos torrenciales». En este sentido, matiza el documento que la ejecución de los trabajos debe realizarse «con cierta celeridad» antes de que llegue la época «de mayores precipitaciones».

Y es que, el riesgo de erosión es crítico el primer año, ya que, explican, «cabe esperar que en la primavera del año que viene la cubierta vegetal herbácea y plantas rebrotadoras limiten este proceso».

Así se prevé  la construcción de albarradas (muro)con maderas quemadas en regueros mientras que en las laderas la erosión se amortigua distribuyendo paja y otros restos vegetales por el terreno (mulch).

Otro eje es la prevención de plagas forestales porque los árboles no han muerto y dada su debilidad suelen ser  objeto de ataques masivos de escolítidos que, a su vez, actúan como foco de infecciones posteriores a las masas verdes contiguas. En este caso, las actuaciones preventivas pasan por la eliminación sistemática de todos los pies afectados por el paso del fuego, aunque solo estén soflamados, «evitando con ello la afectación posterior». Para ello también es conveniente favorecer la presencia de aves insectívoras y, si es el caso, disponer trampas específicas con feromonas.

El último de los pasos del Plan Técnico de Restauración es el de acondicionar las infraestructuras. Señalan en el informe que tanto la saca de madera como los medios del dispositivo para extinguir el fuego, ocasionaron daños en infraestructuras viales «que es necesario acondiciona, porque en muchos casos suponen los accesos y servidumbres a las distintas propiedades».

El conjunto de los trabajos proyectados tienen un presupuesto de casi 200.000 euros  lo que incluye el apeo de los pies quemados, la realización de fajinas con material procedente del incendio para evitar la erosión en laderas; la construcción de albarradas en regueros y cárcavas con material del incendio o piedras del terreno; la realización de acolchado (mulching) con paja para evitar la erosión en laderas; el triturado de restos procedentes de los apeos para favorecer la incorporación de biomasa al suelo y evitar la erosión; el  arreglo de caminos y la instalación de cajas nido para evitar la propagación de plagas.

El informe señala por último que en los próximos años se irán evaluando nuevos trabajos de reforestación en zonas que no hayan alcanzado la regeneración natural mientras que en los terrenos regenerados se estudiarán los tratamientos selvícolas y operaciones culturales que proceda.