El Edificio Toletvm se convertirá en «lámpara de la ciudad»

A.D.M.
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La Escuela de Arquitectura, que se trasladará este curso al complejo del barrio de San Antón, abrirá sus aulas mañana y tarde

El Edificio Toletvm se convertirá en «lámpara de la ciudad» - Foto: ï»VÁ­ctor Ballesteros

A comienzos de la semana pasada, la vicerrectora de Internacionalización y Formación Permanente de la Universidad de Castilla-La Mancha, Fátima Guadamillas, avanzaba algunos detalles sobre el traslado de las enseñanzas de Arquitectura al Edificio Toletvm. Un espacio -según el director de esta Escuela, Juan Ignacio Mera-, que aspira a ser «una nueva lámpara de la ciudad que llevaba demasiado tiempo apagada». Al igual que el edificio Kursaal, de Rafael Moneo, trajo luz a la ría de San Sebastián, así pretenden los responsables de la Escuela de Arquitectura hacer, mañana y tarde, en el barrio de San Antón.

«La Escuela estará abierta toda la jornada, mañana y tarde, porque va a ser un lugar abierto a los estudiantes y a la ciudad, y porque de esa forma duplicamos el espacio sin ningún coste. Y no sólo su espacio interior: también sus exteriores serán las aulas, y también lo será Toledo, y el río Tajo y los pueblos de Castilla-la Mancha, y sus museos».

Mera destaca la idea de «Escuela al aire libre» -a partir de ejemplos como los de los arquitectos holandeses Jan Duiker y Bernard Bijvoet, o la creación del McDowell Range en Arizona por parte del estadounidense Frank Lloyd Wright, o de los principios, mucho más cercanos, de la pedagogía krausista y la Institución Libre de Enseñanza- para esta nueva etapa, en la que cobrará una gran importancia el contacto directo con la naturaleza, las excursiones y las clases experimentales. «Recibir una parte de las clases en el exterior para guardar los trabajos en el interior va a ser la idea».

El director de la Escuela de Arquitectura -que el próximo 22 de septiembre presentará el nuevo curso 2020-2021- añade que en esta «segunda época» de su andadura quedará de manifiesto que «una verdadera escuela tiene que estar preparada para los cambios: es más, no hay escuela sin movimiento, y sobre todo, sin acción». No en vano, fue durante la crisis de la burbuja inmobiliaria, hace ya más de una década, cuando se fraguó la creación de este centro. «Sufrir la que quizás haya sido la peor crisis de la arquitectura española durante el último siglo no fue un impedimento para comenzar con ilusión: sabíamos que lo único que se necesitaba era querer saber».