A las doce de la noche de ayer comenzaron a aplicarse en toda Castilla-La Mancha las medidas restrictivas de ‘fase 3 reforzadas’. Se trata de un endurecimiento de las limitaciones dentro de una fase 3 de contención de la pandemia que llega propiciado por el notable incremento de los contagios en las últimas semanas. La capital regional se encontraba hace poco con una tasa de contagio cercana a los quinientos casos por cada cien mil habitantes, una cifra que a buen seguro, tal y como vaticina la alcaldesa Milagros Tolón el pasado lunes, se va a superar a lo largo de los próximos días.

Por ello, no sorprende que en la mañana de ayer se colocaran dispositivos de control en todas las entradas y salidas de la capital. La Policía Nacional desplegó un buen número de efectivos de la Brigada de Seguridad Ciudadana, al mando del inspector jefe José Carlos Robles, que se encargaron de controlar que todo vehículo que tratar de acceder o salir del municipio lo hiciera con una causa justificada.

«Toledo es una ciudad compleja de controlar, porque tiene en total 16 entradas y salidas, pero hemos establecido dispositivos de control para garantizar la estanqueidad entre municipios», explicaba ayer a pie de control el inspector jefe José Carlos Robles para La Tribuna.

Controles de acceso en las 16 entradas y salidas de Toledo - Foto: Yolanda Lancha

En los próximos siete días (el miércoles de la próxima semana se revisarán los datos y una posible relajación de estas medidas) se vigilará la entrada y salida de personas de cada uno de los términos municipales de la región, salvo los casos justificados adecuadamente, para lo que se deberá llevar la documentación justificativa que acredite dicha excepción, así como el DNI.

Más fotos:

Estos casos justificados son asistencia a centros, servicios y establecimientos sanitarios; cumplimiento de obligaciones laborales, profesionales, empresariales, institucionales o legales; asistencia a centros universitarios, docentes y educativos, incluidas las escuelas de educación infantil; asistencia y cuidado a mayores, menores, dependientes, personas con discapacidad o personas especialmente vulnerables; desplazamiento a entidades financieras y de seguros o estaciones de repostaje en territorios limítrofes; actuaciones requeridas o urgentes ante los órganos públicos, judiciales o notariales; renovaciones de permisos y documentación oficial; realización de exámenes o pruebas oficiales inaplazables; o por causa de fuerza mayor o situación de necesidad que pueda ser acreditada debidamente.