La verdad de los que quieren saber la verdad

F.J.R. / J.S.
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El colectivo 'Queremos saber la verdad de Puy du Fou' otorga una filiación política al fundador del parque y la utiliza para censurar el proyecto

La verdad de los que quieren saber la verdad

Prejuicios ideológicos: El colectivo otorga una filiación política al fundador del parque y la utiliza para censurar el proyecto

El colectivo ‘Queremos saber la verdad del Puy du Fou’ ha interpuesto un recurso contencioso-administrativo ante el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha contra la aprobación por parte del Gobierno de Castilla-La Mancha del Proyecto de Singular Interés (PSI) del parque temático que se ha empezado a construir en Toledo.

Dicho colectivo está constituido por, tal y como asegura su propia página web, «un grupo de personas, de muy diversa procedencia, preocupadas por saber más cosas sobre el intento de construir un parque de ocio en la finca Zurraquín, un lugar protegido ambiental, forestal y paisajísticamente».

La plataforma de protesta ciudadana surgió nada más conocerse las intenciones de la empresa francesa de establecerse en Toledo. Efectivamente, y como no podía ser de otra forma, está integrado por un grupo de personas, pero la afirmación «de muy diversa procedencia» no encaja exactamente. Es verdad que son varios, pero su raíz no es muy distinta.

Y es que, los miembros del movimiento ‘Queremos saber la verdad del Puy du Fou’ comparten dos factores, su vinculación con partidos políticos a la izquierda del espectro político (Equo, Unidos Podemos, Izquierda Unida, Ganemos y Partido Comunista) y, en menor medida, el movimiento ecologista.

La ideología está muy presente en ese colectivo. Al margen de la afiliación particular de sus miembros,  quedó patente en sus alegaciones al proyecto de construcción del parque temático en Toledo.

Además de las lógicas cuestiones de índole urbanística, medioambiental o hídrica, en su documento de alegaciones llamaba la atención el punto 14: «Dudas sobre el modelo cultural, histórico y educativo que promoverá el Puy du Fou».

Bajo este epígrafe, el movimiento desgranaba sus dudas «respecto a la posible enseñanza de la Historia» que conllevará el proyecto de Puy du Fou en la ciudad.

Pedían conocer si se iba a producir un asesoramiento histórico «mínimamente reconocido», y manifestaban tener muchas dudas al respecto.

Tantas que, en el último párrafo de este punto dejaban caer una acusación inesperada: «Esta  empresa  es  conocida  y  su  propietario  también:  filiación  política, prejuicios  ideológicos...»

Para finalizar, señalaban que «esperamos que si existe un futuro ‘Puy de Fou’ en Toledo no esté pensado como un buen negocio que además se  dedica  a  la  propaganda  de  determinadas  ideas  que,  pretextando  una  base  histórica,  en realidad difunden mensajes actuales basados en el odio cultural, en el racismo y la xenofobia, en la exclusión religiosa, etc».

La empresa ‘Puy du Fou’ respondió a las alegaciones, detacando que les «extrañaba bastante» y se hacía «palpable» una «violencia relevante» dirigida contra ellos por parte de ‘Queremos saber la verdad del Puy du Fou’, manifestando a su vez que les hubiera gustado «que hubieran podido conocer el parque francés para tener una idea de primera mano, como se les recomendó en una de las conversaciones mantenidas».

Desde un primer momento, la empresa francesa tendió la mano al grupo para tratar de explicarles su proyecto, pero como respuesta solo obtuvieron acusaciones sobre su filiación política y prejuicios de corte ideológico.

¿De dónde surge este especial recelo? Pues ni más ni menos que del pasado político del fundador del parque ‘Puy Du Fou’, el empresario Philippe de Villiers, conocido por su militancia en el ‘Movimiento por Francia’, un partido con el que optó a la presidencia del país galo en 2007, pero del que lleva años alejado.

Su vertiente política está situada a la derecha, en la corriente soberanista y conservadora. Euroescéptico que no duda además en criticar la islamización de Francia. Pero desde luego no con una «ideología personal de ultraderecha», como le define el colectivo ‘Queremos saber la verdad del Puy du Fou’ en su blog de internet.

Además, para más inri, no se sabe si en un intento de aclarar al que no sabe qué es la ultraderecha, los miembros de la plataforma ‘Queremos saber la verdad’ enlazan el término con la wikipedia. La entrada web, además de explicar qué es la verdadera extrema derecha, curiosamente no encuadra al partido ‘Movimiento por Francia’ dentro de ese grupo, cosa que sí hace con el ‘Frente Nacional’ de Marine Le Pen.

Con todo, parece que el pasado político pesa demasiado para los miembros de ‘Queremos saber la verdad’, aunque ellos también lo tienen.

En la plataforma participan políticos en activo como el coordinador regional de Izquierda Unida (IU) Castilla-La Mancha, Juan Ramón Crespo, o la hasta hace una semana secretaria general de Podemos en la ciudad de Toledo, Xohana Bastida. Tampoco ha dudado en sumarse a las concentraciones el diputado en las Cortes regionales David Llorente, de Unidos Podemos.

Esos son solo algunos de los miembros de la plataforma, pero no los más activos ni los que llevan la iniciativa en el grupo.

En esa primera línea de ‘Queremos saber la verdad del Puy du Fou’ se sitúan cinco personas. Los encargados de dar la cara en cada una de sus convocatorias. El alma mater indiscutible del proyecto es Miguel Ángel Hernández, portavoz de la plataforma.

En un segundo escalón estarían José Antonio Peñaranda, representante regional del partido político Equo, y Gustavo Fabra, del sindicato de la función pública STAS-CLM y secretario de organización y comunicación del Partido Comunista en la región.

Por último estarían dos representantes vecinales. Por un lado Francisco Javier Arce, de la Asociación de Vecinos ‘La voz del Barrio’, que fue concejal con el PSOE de Sánchez Garrido en 1983. Y por otro José Luis Calvo, representante de la asociación de vecinos ‘El Tajo’, y antes de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), y que concurrió a las primarias de Ganemos Toledo en 2015.

Todos, menos su portavoz Miguel Ángel Hernández, han militado o militan en partidos políticos de izquierdas. Esa confluencia hace a muchos dudar de que ‘Queremos saber la verdad del Puy Du Fou’ sea realmente un movimiento supuestamente espontáneo y ciudadano.

 

Estudios medioambientales: Su portavoz colabora para la consultora EMAT. Participó, por ejemplo, en el estudio de impacto ambiental que informó a favor de parques eólicos situados en el Monumento Natural de los Volcanes de Teneguía y en la LIC Jandía de Fuerteventura

La principal reivindicación, oficialmente, del movimiento ‘Queremos saber la verdad del Puy du Fou’ se basa en la ubicación del parque temático. La finca Zurraquín está considerada un lugar protegido ambiental, forestal y paisajísticamente. Por eso el proceso de tramitación del proyecto de construcción no ha sido nada fácil para la empresa. Ha tenido que adecuarse a lo que marca la ley de Castilla-La Mancha y sacar a información pública su proyecto en dos ocasiones hasta obtener la declaración de Proyecto de Singular Interés (PSI).

Sin duda, es evidente que el movimiento contra el parque temático dispone de asesoramiento legal. Su portavoz Miguel Ángel Hernández, también portavoz regional de Ecologistas en Acción, está detrás de la mayor parte de este proceso legal. Está versado en esas lides gracias a sus muchos años de experiencia ecologista. Ha librado muchas batallas y conoce todos los resquicios legales.

Esa experiencia le ha valido para poder colaborar en la realización de estudios medioambientales conEstudios Medioambientales y Territoriales (EMAT), administrada por  Santiago Martín, quien participó en 1998 en la creación de Ecologistas en Acción, siendo Coordinador General hasta 2002. Es además patrono fundador de la Fundación Equo, vinculada a este partido ecologista representado en el movimiento ‘Queremos saber la verdad’ por José Antonio Peñaranda.

La empresa, que no tiene trabajadores a su cargo, funciona con un equipo de 15 colaboradores, y Miguel Ángel Hernández es uno de ellos. Con una facturación de entre 300.000 y 400.000 euros en  el trienio 2015-2017, EMAT ha realizado multitud de estudios de impacto ambiental, muchos de ellos para empresas del IBEX vinculados a la construcción de parques eólicos.

Entre ellos se encuentran el estudio de impacto ambiental para la repotenciación del parque eólico Fuencaliente ubicado en el Monumento Natural de los Volcanes de Teneguía, situado en el municipio de Fuencaliente en la isla de La Palma.

La conclusión del informe es que el impacto  será «poco significativo» pese a situarse el parque dentro de un Monumento Nacional y sus molinos a unos 825 metros de las salinas de Fuencaliente, considerado «lugar de interés para las aves migratorias».

Hernández también participó en la elaboración del estudio de impacto ambiental de un parque eólico en el municipio de Pájara de la isla de Fuerteventura. El estudio concluye que el proyecto resulta ser «poco significativo en términos ambientales y compatible ambientalmente durante las obras y nada significativo y positivo durante la fase de funcionamiento». El citado parque se encuentra dentro del Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) Jandía y en el límite de una Zona Especial de Protección para las Aves (ZEPA) también denominada Jandía. Asimismo se encuentra en el yacimiento paleontológico de Hueso del Caballo.