El consejero de Agricultura tuvo que hacer frente ayer a dos manifestaciones del cuerpo de agentes medioambientales. Una, más numerosa, por la mañana; la de la tarde fue más reducida, de unos once efectivos, pero, sin embargo, logró deslucir la presentación de la nueva flota de vehículos de la Consejería.

Armados con cacerolas, pitos y una pancarta en la que pedían el ascenso al grupo B, estos once efectivos recriminaron al consejero que no haya cumplido su palabra. No obstante, Martínez Arroyo, flanqueado por los responsables provinciales de las Oficinas Agrarias y gente de su departamento, confesó que respeta que el colectivo reivindique sus derechos, pero insistió que solo una pequeña parte del cuerpo piensa que «en la legislatura pasada estaban mejor».

Dicho esto, recordó que en estos casi cuatro años el Gobierno ha mejorado las condiciones laborales de los agentes con nuevos smartphones, prismáticos, telescopios y vehículos, además de recuperar las brigadas de investigación de incendios forestales y convocar 31 nuevas empleos. «En la legislatura pasada no solo no se abrieron oposiciones, sino que se destruyeron 200 empleos», afirmó. Asimismo, aseguró estar en disposición de recuperar el complemento de guardias de incendios que «les quitó Cospedal», una medida que está siendo negociada con los sindicatos, dijo.

Mientras Martínez Arroyo pronunciaba estas palabras, la Policía Nacional se personó en las instalaciones del Centro Operativo Regional de lucha contra incendios forestales donde tuvo lugar el acto para disolver la protesta de los efectivos allí congregados y críticos con el Gobierno.