Apenas dos días después de que EEUU notificara su salida de la Organización Mundial de la Salud (OMS) por lo que considera una «mala praxis» del organismo en la gestión de la pandemia, el director general de la institución, Tedros Adhanom Ghebreyesus, dio un giro en sus intenciones y anunció ayer la creación de una comisión independiente para revisar la actuación del ente en esta crisis sanitaria. Un gesto claro hacia el presidente norteamericano, Donald Trump, quien había exigido esa investigación para que el país siguiese perteneciendo a la organización.

Si bien Tedros no quiso refererirse a las críticas de Trump, que llegó a hablar de un «encubrimiento» de la gravedad de la COVID-19 para «no perjudicar a China», el dirigente sí  quiso defender que los expertos de la OMS «han trabajado sin descanso para coordinar la respuesta global».

La comisión estará dirigida por la ex primera ministra de Nueva Zelanda Helen Clark y la expresidenta de Liberia y Nobel de la Paz, Ellen Johnson Sirleaf. «Es el momento de reflexionar sobre lo que hemos hecho y buscar nuevas formas de colaborar», indicó el biólogo etíope, quien propuso una reunión del Comité Ejecutivo de la OMS en el mes de septiembre para analizar los primeros progresos del panel, que, apuntó, «buscará entender lo sucedido, dar un asesoramiento honesto y ayudarnos a ver qué puede hacerse para evitar que la actual tragedia se repita en el futuro».

La OMS ya había aprobado en su última asamblea general, el pasado mes de mayo, que se llevara a cabo una revisión «imparcial, independiente y completa» de su gestión en la pandemia, aunque no había concretado cómo o cuándo se iniciaría. Tal vez el paso adelante de EEUU, que el pasado martes anunció que iniciaba el proceso para dejar el organismo -que se prolongará un año y del que podría dar marcha atrás-, aceleró los tiempos.

Así, Tedros afirmó que los resultados de la comisión «no se dejarán en una estantería para que se llenen de polvo», sino que serán cuidadosamente analizados, sugiriendo que su informe final sea presentado oficialmente en la próxima asamblea anual de la OMS, en mayo de 2021.

«Estamos listos para una honesta reflexión, para aprender lecciones», aseguró, para añadir que «la magnitud de la pandemia claramente merece una seria evaluación». Un análisis que, tal vez, también sea un empujón para que Estados Unidos no abandone la OMS.