El consejero de Sanidad de Castilla-La Mancha, Jesús Fernández, participó en el Hospital Nacional de Parapléjicos en la celebración del Día Internacional de la Lesión Medular Espinal. Durante su intervención explicó que no todos los pacientes con estos trastornos los sufren a consecuencia de accidentes de tráfico o de malas zambullidas, como cabría suponer, sino que una buena parte de ellos tiene su origen en enfermedades del sistema nervioso, como la esclerosis múltiple. No en vano, el acto contó con la presencia de Begoña Aguilar, presidenta de la Asociación de Esclerosis Múltiple de Toledo (ADEMTO), quien también estuvo acompañada por Valentín Fernández-Jardón, directivo de la Federación Nacional de ASPAYM (Asociación de Parapléjicos y Grandes Minusválidos Físicos), una organización que cumple cuarenta años.

El director médico del hospital, Juan Carlos Adau -a quien acompañaba la directora de gestión, Sagrario Azuela-, insistió en la importancia de jornadas como la celebrada ayer, pues se trata de «un día especial en el que tenemos que dar visibilidad tanto a las necesidades de los lesionados medulares para su integración como a las campañas de prevención».

El consejero de Sanidad señaló que el lema del Día Internacional de la Lesión Medular Espinal en 2019 es «Vive la vida al máximo», una idea con la que «nos sentimos muy comprometidos». Centros como el Hospital Nacional de Parapléjicos, en este sentido, están siendo «punta de lanza» en la promoción de calidad de vida para los pacientes. «Gracias a la experiencia acumulada durante casi 45 años hoy es posible mejorar notablemente los tratamientos que mejoran la cantidad y sobre todo la calidad de vida».

Tras las palabras del consejero, con quien estuvieron también el delegado de la Junta en Toledo, Javier Úbeda, y la delegada de Sanidad, Rocío Rodríguez, comenzó la lectura de un manifiesto por parte de varios pacientes y profesionales del centro. En él se destacó el compromiso del centro de potenciar todas las fases de la asistencia de la lesión medular, desde la prevención primaria, pasando por los protocolos de asistencia en el lugar del accidente, hasta la introducción de mejoras en los servicios de atención implicados, como traumatológica, rehabilitación y el resto de los servicios de salud. A través del manifiesto se solicita a las instituciones para que promuevan la accesibilidad física en pueblos y ciudades, eliminando diseños hostiles y barreras arquitectónicas. «También hay que vencer barreras mentales para la convivencia y la participación real», leyó un paciente.