El tenis sobre ruedas como vía de escape

J. Galán
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El Hospital Nacional de Parapléjicos y la Fundación Emilio Sánchez Vicario suman seis años con un proyecto de formación de tenis en el que ya han participado más de 300 pacientes

Para superar las adversidades u obstáculos que la vida va imponiendo a cada persona, el aspecto mental es fundamental, y la fijación de metas aun más. Esa mirada al futuro mediante metas, logros u objetivos es la que quieren implantar desde el Hospital Nacional de Parapléjicos y la Fundación Emilio Sánchez Vicario, llevada por el propio ex tenista español, después de sumar su sexto año al frente de este proyecto. A través de esta iniciativa, Sánchez Vicario proporciona los fondos y materiales necesarios para que los lesionados de médula residentes en el Hospital puedan distraer su mente hacia otra dirección más positiva, la que ofrece el tenis sobre el ruedas. En 6 cursos, el Hospital ha acogido una media de 50 o 60 alumnos por año, generando una participación de más de 300 pacientes en silla de ruedas. Pero, ¿por qué el tenis? Para Emilio Sánchez Vicario este deporte «lo primero que enseña son valores, y yo los apliqué para ganar partidos tanto en la pista como en mi vida», por lo que el tenista profesional afirmó que el objetivo principal de esta iniciativa es «dar la oportunidad de vivir mejor a otras personas». José María Marín, director del Hospital, agradece a todos los que hacen posible este proyecto porque desde el punto de vista clínico «mejora la resistencia y la habilidad de los miembros superiores de los pacientes que lo practican. Además de que redunda en una mejor recuperación».

Modelos de este deporte y verdaderos ejemplos de superación son Edwin Mallorca y Francisco García ‘Cisco’. El primero de ellos es natural de Colombia y después de participar en un torneo internacional que tuvo sede en Madrid decidió aportar su experiencia acercándose a Toledo para este acto institucional. El segundo y del que todos hablan cosas maravillosas es el cuarto mejor tenista sobre ruedas de España. Aunque su posición en el ránking mundial es la número 74, su proyección y competitividad hacen que no tenga techo. Francisco García tuvo un accidente practicando snowboard hace dos años y fue trasladado al Hospital de Parapléjicos de Toledo. Aquí fue donde García encontró su vía de escape, gracias al tenis y a este proyecto. «Al principio estaba acabado mentalmente, pero deseaba que llegaran los martes y jueves para practicar mi hora de tenis sobre ruedas». El director del Hospital considera que Francisco García tiene «un don competitivo» y afirmó que «su voluntad y empeño le están llevando cada día más lejos».