Veintiuna mujeres fueron violadas en la provincia en 2018

Á. de la Paz
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Se reducen el resto de infracciones relacionadas con la libertad sexual. Suben el tráfico de drogas y los robos violentos. La criminalidad en la capital regional crece un 7,3%; en la provincia se dispara un 8%

Toledo registró cuatro delitos de violación en 2018 - Foto: ï»Yolanda Redondo

Las infracciones en Toledo aumentaron un 7,3% en 2018 respecto al año anterior, según el informe de infracciones penales registradas en comunidades autónomas, provincias, islas, capitales y localidades con población superior a 30.000 habitantes. El total de delitos contabilizados por la Secretaría de Estado de Seguridad, dependiente del Ministerio del Interior, elevó la cuantía de delitos de la capital regional durante el año pasado hasta los 3.674 casos, frente a los 3.425 del ejercicio previo.

La ciudad de Toledo no sumó caso alguno de asesinato consumado o en grado de tentativa. En 2017, la estadística sí registró dos infracciones por asesinato en grado de tentativa. Tampoco hubo que lamentar ningún secuestro en la ciudad del Tajo. Los delitos por lesiones y riña tumultuaria mantuvieron, con 29 casos, el mismo dato obtenido en el año 2017.

Durante el año recién concluido, se redujeron los delitos contra la libertad sexual e indentidad sexual, que pasaron de los 32 de 2017 a los 29 del último año del que se tienen datos completos. Sin embargo, aumentó el tipo más grave, el tipificado como agresión sexual con penetración: mientras que en 2017 se contabilizó una única infracción, un año después el balance alcanza las cuatro violaciones en la capital regional. La subida, en términos relativos, es la más importante de todos los indicadores.

Los datos, ofrecidos por los diferentes cuerpos policiales que operan en el territorio español, incluyendo la Guardia Civil, la Policía Nacional, las policías autonómicas y aquellos cuerpos de policía local que facilitan sus datos al Sistema Estadístico de Criminalidad estatal, muestran el aumento de infracciones en los capítulos de tráfico de drogas, robos con violencia e intimidación y hurtos. En el primer tipo penal, el aumento interanual alcanza el 12,5% en términos relativos. Fueron 18 los casos denunciados por este supuesto criminal durante el último año (por 16 en 2017).

Los robos con violencia e intimidación repuntaron un 46,7% en la ciudad, siendo su incremento uno de los más llamativos. En 2018, los cuerpos policiales contabilizaron un total de 66 infracciones de este tipo, por las 45 de 2017. También ascendió el volumen total de hurtos, la infracción más común, aunque su repunte fue muy leve. A los 1.071 casos de 2017 se sumaron sólo dos más el año posterior.

También subió la cuantía dedicada al resto de infracciones penales, un amplío capítulo que incluye infracciones diversas no relacionadas con la propiedad privada o el ámbito sexual. Este indicador agregó otras 2.144 infracciones (casi dos tercios del total) en Toledo, un 17,6% más que en 2017.

Por el contrario, descendieron los robos con fuerza en domicilios hasta los 168 (-18,4%). El total de robos con fuerza en viviendas particulares, establecimientos u otras instalaciones cayó un 22% hasta las 255 infracciones.

PROVINCIA. La criminalidad aumentó en la provincia un 8%, hasta las 27.358, un porcentaje muy similar al registrado por su ciudad más poblada. Un patrón similar se repitió en las dos entidades administrativas. Los más de dos centenares de municipios acumularon en 2018 más delitos contra la libertad e indemnidad sexual que en 2017, destacando negativamente las 21 agresiones con penetración contabilizadas, frente a las 12 del año anterior. La subida del 75% en este apartado es una de las peores noticias que arroja la estadística de criminalidad. También crecen el resto de delitos relacionados con la sexualidad. La suma total de agresiones menores y mayores alcanzó las 175, por las 141 de 2017.

Al igual que en la ciudad de Toledo, la provincia reduce sus cifras de homicidios y asesinatos consumados o intentados. De las cuatro muertes violentas de 2017 se pasa a tres en 2018, mientras que las tentativas quedaron limitadas a ocho desde las 17 pretéritas.

Asimismo, se incrementaron los delitos graves y menos graves de lesiones y riña tumultuaria en un 22,5%, hasta los 229; y los relacionados con el tráfico de drogas, que repuntaron un 6,7% en términos interanuales y sumaron 191 casos. La provincia volvió a registrar un secuestro, dato idéntico al de 2017.

Por el contrario, se minimizó el impacto de los robos con violencia e intimidación, también de aquellos cometidos en el ámbito del hogar. El primer capítulo contabilizó 364 infracciones, un 17,3% menos que el año 2017. En las viviendas familiares se acumularon 3.000 casos de delincuencia, un 0,8 por debajo del dato pretérito. También cayeron los hurtos (-2,3%) y las sustracciones de vehículos (-48,5%).