Habrá migas, pero atípicas

Jaime Galán
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Los hosteleros de Toledo reconocen que se autorregularán: unos no abrirán, otros servirán en mesas y habrá quien las celebre con normalidad. El Ayuntamiento confirma que 23 establecimientos de la ciudad solicitaron la concesión de las barras

Día de migas en el Casco Histórico. - Foto: Javier Pozo

Parece que el culebrón llega a su fin. A tan solo unas horas del día 24 de diciembre se desconocía si habrá o no migas, pero ya hay solución. Habrá, pero más atípicas que nunca. Tras descartarse nuevas restricciones por parte del Gobierno  Central y de Castilla-La Mancha, el Ayuntamiento de Toledo decidió respetar las directrices de las autoridades sanitarias. Por tanto, en las horas previas a la Nochebuena reinará la autorregulación de los hosteleros, y se incita a lo mismo a los clientes, a la responsabilidad individual.

La cuestión es que todo aquel establecimiento de hostelería que haya querido solicitar la concesión de las barras portátiles para celebrar las migas en la vía pública ha podido hacerlo en tiempo y forma, pero la situación sanitaria provocó que en toda la ciudad solo se hayan tramitado 23 solicitudes. Evidentemente, se trata de una cantidad inferior a la de años anteriores. Esto se debe a que según ha podido saber La Tribuna, varios locales han decidido ni siquiera abrir para evitar aglomeraciones, y muchos otros lo harán sin las habituales barras, para que el cliente pueda sentarse en la terraza y disfrutar de las tradicionales migas con las correspondientes medidas de seguridad.

De hecho, algunos de los locales que han tomado la decisión de cerrar en una fecha de alta facturación para ellos se encuentra en el barrio de Santa Teresa, uno de los que más visitantes recoge durante estas celebraciones. Y tanto una postura como la otra parecen razonables desde el punto de vista de Tomás Palencia, presidente de la Asociación de Hostelería y Turismo de Toledo. Este cree que finalmente se ha impuesto el sentido común para que «tanto hosteleros como clientes apelen a la responsabilidad individual»; y no dudó en alabar a aquellos establecimientos que en días como estos «decidan sacrificar la caja por la seguridad de su familia y su gente más cercana». Por ello, Palencia cree que van a ser unas migas «diferentes» a lo que están acostumbrados los vecinos de Toledo y que igual es el momento de celebrarlas en «petit comité», es decir, con los más cercanos para evitar problemas mayores. De hecho, él reconocía que, a su juicio, tendría menos riesgos celebrarlas en la calle «aprovechando que hay mayor ventilación y se puede entablar una mayor distancia interpersonal, pero cada negocio es libre de tomar la decisión que mejor le convenga».

Después de conocer que habrá migas, independientemente del método que cada establecimiento use, ahora lo importante es que la lluvia las respete.