Brigidano se estrena en la Audiencia pidiendo más plantilla

M.G
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El presidente se marca como reto acercar la Audiencia a la ciudadanía, modernizarla y «agilizar los tiempos de respuesta». Ve «urgente» reforzar la Sección Primera

Vicente Rouco felicita a Juan Ramón Brigidano - Foto: David Pérez

Brigidano pisa unos pasillos muy familiares. La Audiencia ha estado siempre ahí y ha mantenido un contacto muy estrecho desde hace años como juez decano y titular del Juzgado número 1 de Toledo, el Mercantil, en comunicación constante con el anterior presidente de la Audiencia, Manuel Gutiérrez Sánchez-Caro. Fueron unos años, como él mismo dijo ayer, en los que estuvieron «hermanados»... Ahora le toca coger el testigo a él solo después de una larga trayectoria como juez de 28 años, veinte de ellos en Toledo, y un bagaje profesional sobresaliente al lidiar con uno de los juzgados más saturados durante años y pelear para que «el barco no se hundiese».

Brigidano ha tomado posesión como presidente de la Audiencia Provincial en un acto institucional plagado de personalidades que no quisieron perderse su entrada a la sala acompañado de Juan Manuel de la Cruz, presidente de la Sección Segunda de la Audiencia, un compañero que ya le animó hace años a intentar la presidencia, pero su compromiso con un Mercantil desbordado se lo impidió. Si bien, este año había solicitado la plaza de magistrado de la Audiencia en comisión de servicio.

«No es fácil entrar en la Audiencia de una ciudad pequeña», explicó Brigidano recientemente en su comparecencia ante la Comisión Permanente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), como uno de los dos candidatos a la presidencia. El otro magistrado que lo intentó fue Emilio Buceta, un juez  ligado desde hace muchos años a esta institución. El compromiso, el proyecto y la trayectoria profesional de Brigidano hicieron el resto para que ayer ocupara el despacho de la Audiencia.

De Brigidano todo el mundo destaca «su entrega». Lo ha señalado especialmente el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, Vicente Rouco, minutos antes del comienzo del acto. Comentó, con Brigidano al lado, que era un hombre «comprometido», también «con una mentalidad abierta para imponer su sello poco a poco en la Audiencia».

El puesto encaja a la perfección con Brigidano, según dio a entender Rouco, ya que se trata de una Audiencia que necesita modernizarse y sufre una importante sobrecarga de trabajo, una situación a la que está muy acostumbrado el nuevo presidente desde hace años, que llega «para impulsarla y darle aire».

Brigidano no se quiso extender mucho en su labor y sus retos a partir de ahora, pero sí tuvo tiempo para apuntar la necesidad de un aumento de plantilla, al margen de la plaza de magistrado que está a punto de ocuparse, para lidiar, entre otras cosas, con el aluvión de asuntos derivados de las cláusulas suelo, «que ha dado lugar a que se duplique y triplique la entrada de asuntos en una determinada sección de la Audiencia por una cuestión de competencia». Por este motivo, considera «urgente» establecer un refuerzo y aprovechó la ocasión para solicitar un aumento de plantilla que permita llevar a cabo una atención más eficiente.

El nuevo presidente, que también ha ejercido como juez decano 16 años, es consciente «de la necesidad de adaptarse para ofrecer respuestas». Por tanto, se empeñará en ir planteando medidas para mejorar «los tiempos de respuesta» con la intención de agilizar la actividad y que los ciudadanos tengan una imagen más positiva de la Justicia en lugar de pensar «que se tarda mucho». También subrayó el esfuerzo y «el trabajo callado que hay detrás de cientos de miles de resoluciones judiciales» que no suele salir a la luz. «Aquí hay muchas personas que trabajan bien, mucho y están comprometidos».

La «transparencia» también es otro de los asuntos que Brigidano quiere resaltar en los próximos meses. Quiere y apuesta por una Audiencia más cercana a la ciudadanía y a los medios de comunicación. Un reto «que no está reñido con el rigor», señaló Rouco, tras sostener que se pueden ir dando pasos como ha hecho el Tribunal Supremo en los últimos años.

Brigidano llega a la Audiencia con experiencia, entrega y con ganas de que se avance en las nuevas tecnologías, de mantener una buena relación con las distintas administraciones y de tener las puertas de su despacho abiertas porque con él no van las poses.