Martínez Gil pide recobrar al cineasta toledano Díaz Morales

A.D.M.
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El historiador ofreció en la Biblioteca de Castilla-La Mancha la conferencia «El cine galdosiano y su relación con Toledo», organizada por la asociación Valores de Película y el Ateneo

Martínez Gil pide recobrar al cineasta toledano Díaz Morales - Foto: VÁ­ctor Ballesteros

El historiador Fernando Martínez Gil reivindicó ayer en la Biblioteca de Castilla-La Mancha la figura del poco conocido cineasta toledano José Díaz Morales (1908-1976), quien desarrolló una fructífera carrera en México. Entre sus películas destacó Adulterio (1945), adaptación de El abuelo (1897), la célebre novela de Benito Pérez Galdós, en la que el actor Julio Villarreal interpretó al conde de Albrit. «Díaz Morales realizó noventa películas como director. Probablemente no todas sean destacables, pero sin duda se trata de un cineasta por el que Toledo debería interesarse».

El abuelo, como Marianela o Fortunata y Jacinta, fueron títulos que hubo ocasión de recordar durante la conferencia «El cine galdosiano y su relación con Toledo», organizada dentro del ciclo Valores de una vida por la asociación Valores de Película y por el Ateneo Científico y Literario de la ciudad. Fue el presidente de esta última institución, Juan José Fernández Delgado, quien se encargó de presentar al conferenciante, el mayor especialista -junto con Rafael del Cerro Malagón- en el estudio del cine filmado en Toledo.

En este año dedicado a Galdós -«el más grande novelista español, con Cervantes»-, Martínez Gil invitó a los numerosos asistentes a «revisar películas hechas a partir de su obra y sobre todo a leerlo, que es el mejor homenaje que sin duda podremos hacerle».

Pese a que Galdós murió cuando el cine estaba aún en pañales -ni aparece mencionado en su obra literaria ni probablemente hubiese podido disfrutarlo, ya que quedó ciego en sus últimos años-, el Séptimo Arte experimentó una temprana inquietud por sus obras. El escritor canario vivía aún en 1918, cuando la pionera cineasta neozelandesa Elsie Jane Wilson adaptó su Doña Perfecta (1876) con el título de Beauty in chains. 

Sus roles femeninos fueron interpretados por actrices tan importantes como Carmen Viance, la primera gran estrella cinematográfica española. Aprovecharon sus textos directores tan distintos como José Buchs -uno de los padres de nuestro cine comercial- Benito Perojo y Luis Buñuel, por no mencionar el interesante conjunto de adaptaciones realizadas en México y Argentina, entre ellas Nazarín (Luis Buñuel, 1959).

«Sin embargo, el gran ciclo audiovisual dedicado a Galdós comienza en 1970. Con Tristana, sí, que fue filmada en Toledo, pero también con la Fortunata y Jacinta de Angelino Fons». Martínez Gil manifestó la importancia que en aquellos años cobraron las producciones españolas para televisión, entre ellas una nueva versión de este último título que dirigió Mario Camus en 1980 y que contiene algunas escenas filmadas en localizaciones toledanas, como el Hospital Tavera.