La pandemia ha terminado el 2020 en la provincia de Toledo con sus registros de mortalidad estables. Los fallecimientos por coronavirus desde el pasado 30 de diciembre hasta el domingo 3 de enero suman 20 personas, a una media de 4 óbitos al día. La estadística es, por tanto, similar a la última semana del año y ligeramente superior a la comprendida entre el 21 de diciembre y los días de Nochebuena y Navidad.

La situación no es buena, pero lo cierto es que según los datos ofrecidos ayer por el Gobierno de Castilla-La Mancha la región está por debajo de otras muchas comunidades que terminan y abren año con cifras preocupantes.

Así, destaca que en Toledo solo se hayan detectado en los últimos cinco días un total de 920 nuevos positivos por Covid-19 de los 3.728 de toda la región. Se trata del 24,6% del total de casos, un porcentaje por debajo de la media de los últimos meses.

Ciudad Real es la provincia que está contabilizando más casos en los últimos días, con un total de 1.132 desde el 30 de diciembre. El aumento de nuevos positivos ha tenido en Ciudad real repercusión directa en la presión hospitalaria, ya que esa zona de la comunidad desbanca a Toledo como provincia con más pacientes en UCI por coronavirus. A día de ayer, Ciudad Real cuenta con 34 personas intubadas que necesitan de respirador; mientras que en Toledo ese número asciende a 29, tres más que hace cinco días.

Con todo, la provincia de Toledo sigue acumulando la mayor parte de los hospitalizados por Covid-19 en la región. Según los datos hechos públicos ayer por la Junta, en los hospitales toledanos hay actualmente 219 personas ingresadas a consecuencia del virus. Se trata del 36,6% del total de Castilla-la Mancha, ya que en la comunidad hay 597 ingresados.

De los 219 toledanos hospitalizados, 161 lo están en el hospital Virgen de la Salud, el que soporta una mayor presión asistencial por la pandemia. Mientras que el resto se encuentran en el Prado de Talavera a excepción de un paciente del Hospital Nacional de Parapléjicos.