«La música siempre es un alimento para el alma»

Á. de la Paz
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José Fernández Torres, Tomatito (Almería, 1958), es el último gran intérprete de la guitarra flamenca. Su carrera artística recorre las últimas cuatro décadas y sus actuaciones se suceden por todo el planeta. Presenta en Toledo 'Soy flamenco'

«La música siempre es un alimento para el alma» - Foto: Jesús J. Matí­as

Ha actuado en los principales escenarios del mundo y esta tarde presenta al público toledano Soy flamenco, su último álbum. Discípulo y admirador impenitente de Paco de Lucía, el guitarrista almeriense aborda este arte a través de sus grandes maestros, la variedad de los públicos y la confluencia existente con otros estilos musicales.

Actúa en el Teatro Rojas de Toledo. ¿Qué espectáculo trae?

Es un paseo por mi música. Hago varios de mis temas clásicos y presento Soy flamenco. Acostumbro a hacer un recorrido por lo mío, pero incluyo también algunas piezas de Michel Camilo del disco Spain. Es un poquito de todo.

Cuando se habla de flamenco aparecen, a su lado, expresiones como duende y embrujo. ¿De dónde nace esa magia? ¿Cómo se manifiesta ese lado espiritual?

La música flamenca tiene ese misterio. Uno nace con una facilidad musical o rítmica. Yo me he criado en un barrio donde mi juguete era una guitarra. Es más fácil así. Vengo de un barrio donde aprendí jugando. Ahora quien quiere aprender flamenco tiene que irse a Youtube: así es como toca Paco de Lucía, así es como toca Sabicas o así es como toca Tomatito. Antes lo aprendíamos en la calle. Todas las músicas de etnia y de raíz como el flamenco o el jazz, que nació en los campos de algodón, son un sentir del pueblo. Ahora se aprende de otra manera, pero sigue siendo flamenco y estando ahí. Cambian los tiempos y hay que ir con ellos.

¿Qué lugar tiene el flamenco en la cultura hoy? ¿Qué espacio le brinda el público?

La guitarra es un lenguaje que no tiene idioma, un idioma universal. Salgo mucho fuera y veo que la gente es respetuosa, se sienta y escucha melodías, armonía, ritmo. Lleva, además, cante y baile, que es muy atractivo. Creo que es una música que tenemos que exportar al exterior, a todos los músicos del mundo. A muchos, y de todas las áreas, les inspira el flamenco: Manuel de Falla, Isaac Albéniz, Claude Debussy o Chick Corea, según si nos vamos atrás o miramos más adelante en el tiempo. La cadencia andaluza y flamenca en el pentagrama musical tiene mucho relieve.

¿Tiene el flamenco buena salud?

Creo que sí. Hay mucha juventud que viene ya con mucha experiencia, que pueden aprender todo lo que hemos hecho nosotros, aunque nos haya costado más trabajo. Quizás lo nuestro fuera más de verdad porque hemos jugado con ello y los de ahora se tienen que poner a hacerlo solitos en casa. ¿Cómo toca fulano? Pues yo quiero hacer esto. ¿A ver cómo lo hace? Me pasa a mí: cuando quiero escuchar a alguien fuera del flamenco, lo cojo y lo aprendo de ahí. Es otra cosa, otro lío, pero bien. La música siempre es un alimento para el alma.

Viaja fuera de España. ¿Cómo se percibe al flamenco lejos?

Es un público muy educado al que le gusta la música. Si toco bulerías, que es un palo del flamenco, bien; pero si hago el Two Much que grabé con Michel Camilo, que lo hizo para la película de Antonio Banderas que fue famosa en su momento [con el mismo título de la canción], pues también le resulta bonita por su melodía romántica y la balada. Lo mismo ocurre si hago el circuito de jazz. Ahora voy a entregar el disco de El concierto de Aranjuez, hecho con la Orquesta Sinfónica de Navarra, y ahí está una de las músicas más bonitas que hay en el globo de la tierra. El primer movimiento es más rítmico y el tercero también. Pero el adagio, que es el del centro, la célebre melodía, eso es una maravilla.

¿Cómo se ve Tomatito a sí mismo? ¿Qué le define dentro del universo del flamenco?

Me gusta mucho la música. Soy un gran aficionado a la música y lo escucho todo. He nacido para ella. Vivo del flamenco y hago lo que me gusta: con mucho gusto, encantadísimo de estar enamorado de un instrumento como la guitarra y del conjunto de la música en general.

A lo largo de su carrera artística ha actuado, entre otros, con Frank Sinatra, Elton John o Enrique Morente. ¿Qué guarda de aquellos días compartidos?

Para mí fue una experiencia muy bonita. Cuando me pongo a pensar con la gente que he tocado y lo que he vivido con ellos, de las experiencias con las que me he nutrido, me doy cuenta de que era algo que no imaginaba y que no podía pensar cuando empecé de niño. En esta vida sigo: he tenido esa suerte y estoy encantado con la música y con la vida musical que he llevado.

¿Y sobre Paco de Lucía?

En mayúsculas y luego estamos los demás. Es así y no hay más palabras. Hay que decirlo en grande, que es donde se merece y donde está. Paco de Lucía está en el mundo entero, en cualquier rincón. Que no se no olvide nunca eso.