redacción / toledo

No podían asumir el coste de mano de obra y materiales que requería el proyecto de ejecución de obras de la Plaza de Toros de Quintanar y que consideraron un vicio oculto del mismo por lo que abandonaron las obras mientras se resuelve la situación. La empresa adjudicataria del proyecto de rehabilitación de la Plaza de Toros de Quintanar -que pretende convertir el histórico coso taurino en, más allá de su uso taurino, un lugar de encuentro multicultural para los vecinos y visitantes de la localidad-   suspendió las obras al poco tiempo de iniciar las mismas y ahora el nuevo equipo de Gobierno ha tenido que encargar a los arquitectos que elaboren un modificado del proyecto para intentar llegar a un acuerdo con la empresa y poder continuar con este proyecto.

El alcalde, Juan Carlos Navalón, confía en este entendimiento con la adjudicataria aunque la ley solo permite un incremento de hasta el 15% del presupuesto en la modificación del proyecto. De lo contrario, el proceso de adjudicación habría que iniciarlo desde cero «y eso sería mucho tiempo de dilación para un proyecto tan importante», considera Navalón.

Las obras que contaban con un presupuesto cercano al millón de euros se paralizaron después de eliminar el revestimiento de piedra de los muros por lo que también se corre el riesgo de que si pasan muchos meses hasta que se retome el proyecto y se producen fuertes lluvias esta estructura se vea dañada  y se venga abajo. «Estoy metiendo prisa a los arquitectos», explica Navalón, que insiste en que lo más conveniente sería que la misma empresa continuara con la actuación prevista y que tenía un plazo  inicial de seis meses.