El equipo de arqueólogos que estudiará el conjunto megalítico de Totanés para confirmar que se trata de un crómlech, se quedó el martes estupefacto en el arranque de los trabajos. Una de las piedras pesadas estaba desplazada y había sido alterada la disposición. «Hay que ser muy dañino a la par que ignorante para hacer algo así. Afortunadamente, la piedra es muy pesada, lo que ha hecho que desistieran en su empeño estos ‘linces’», comentaron los integrantes del grupo Cota 667, que colaboran con el Ayuntamiento en este proyecto.

«Estamos indignadísimos», apuntaba ayer en declaraciones a este diario la delegada de Cultura del Ayuntamiento de los Montes de Toledo, Elena Gutiérrez. Y apostillaba: «El tesoro es que las piedras sigan en su sitio». En este sentido, cree que el corrimiento de la roca se debe a que buscaban una joya. «No es el tesoro de Guarrazar», insistía la representante municipal, quien estaba convencida de que han movido la piedra «para ver qué había debajo».

«No sabemos si enfadarnos, llorar o hacerlo todo a la vez», relataba el equipo investigador Cota 667 después de comprobar el martes que habían alterado la posición de la piedra. El movimiento había sido mínimo, pero se advertía por el hueco de la tierra que no estaba en el emplazamiento histórico. Hay que recordar que el conjunto megalítico se encuentra en una propiedad privada a un kilómetro del núcleo urbano.

El lunes, el equipo investigador encabezado por el titular de Prehistoria de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Castilla-La Mancha Juan Pereira y la profesora de la Facultad de Ciencias Geológicas de la Universidad Complutense de Madrid María del Pilar Andonaegui había empezado los primeros trabajos de excavación en la zona. Así, habían hecho un estudio topográfico mediante GPS.

El Ayuntamiento de Totanés se ha dirigido inmediatamente a la Guardia Civil para intentar que estén pendientes de la vigilancia de la zona y evitar de esta manera acciones como la descubierta el martes en este conjunto megalítico que, de momento, no cuenta con ninguna figura de protección hasta que se certifique que se trata de una disposición hecha por la mano del hombre.

Los expertos consideran que se puede tratar de un crómlech o monumento funerario, que tuvieron probablemente una función de recinto sagrado. Estos conjuntos resultan más escasos que los dólmenes o los menhires, de ahí la importancia del hallazgo de Totanés.

Los trabajos de investigación en la zona comenzaron esta semana gracias a una subvención de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y a la autorización para el trabajo de los expertos arqueólogos, que estarán en la zona durante unas semanas.

Este conjunto ha despertado mucho interés entre la gente; no en vano, el Ayuntamiento organizó el pasado día 16 un recorrido por el patrimonio de la localidad que incluía este hallazgo y se apuntaron unos 150 visitantes, en su mayoría procedentes de fuera de Totanés, una localidad de apenas 400 empadronados ubicada a unos 25 kilómetros de Toledo.