Los talaveranos no faltan a la cita con el Cristo de Medinaceli, y desde primeras horas de la mañana visitan el convento de las Madres Bernardas para venerar la imagen que, con motivo de la pandemia, ha salido a la puerta del templo para aminorar riesgos. En la plaza de San Pedro se han colocado vallas para realizar la visita en orden y manteniendo las distancias.
La comunidad de monjas cistercienses del convento de las Madres Bernardas en Talavera está celebrando, como cada primer viernes de mes de marzo, la fiesta del Cristo de Medinaceli. Desde las 7,30 de la mañana se ha acomodado a las 40 personas que han sido "las privilegiadas” en asistir a la Santa Misa conventual. Mientras otras, y también a lo largo de la Eucaristía entraban y salían, de una en una, para visitar al Cristo.
A partir de las 9.15 y hasta las 20.30 horas, los fieles están pasando a venerar a Jesús de Medinaceli desde el exterior del templo, y sin tocar la imagen ni besarla para cumplir con las recomendaciones de las autoridades sanitarias. Es la primera vez que la imagen sale de la iglesia para ser venerada.
Talavera cumple con el Cristo de MedinaceliLa congregación ha animado a visitar al Cristo y seguir con la tradición: “No dejemos de acercarnos hasta su puerta para rezar al Cristo de Medinaceli en un día tan señalado”.
Como todos los años, 20 Antiguos Caballeros Legionarios de Talavera y cuatro Cabos primeros del Ejército de Castilla se turnan para hacer la guardia de honor.
Asimismo, miembros de la Congregación Mariana de la Inmaculada y San José de Talavera están haciendo tareas de orden.