«Hoy se escucharán sus nombres»

L.G.E.
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Coincidiendo con el aniversario de la Segunda República, se ha rendido un homenaje a las víctimas del franquismo que fueron fusiladad y enterradas en el patio 31 del cementerio, que se acaba de dignificar

El patio 31 del cementerio de Toledo, que acaba de ser dignificado, fue ayer el lugar elegido para rendir un homenaje a las víctimas del franquismo. - Foto: Ví­ctor Ballesteros

«¡Estos también son mis muertos y hoy se escucharán sus nombres! ¡Viva la República!». Con la voz a punto de romperse por la emoción, el concejal de Bienestar Social y portavoz de Ganemos, Javier Mateo, presentó este domingo el acto central del homenaje que se hizo a los 223 fusilados y enterrados en el patio 31 del cementerio de Toledo. Se hizo coincidiendo con el aniversario de la Segunda República y aprovechando que este patio del cementerio se acaba de dignificar. Uno a uno se fueron leyendo todos los nombres de los que estaban enterrados en una fosa en ese patio del cementerio, mientras sonaba un violín y los asistentes al encuentro dejaban flores sobre las lápidas.

Mateo recalcó la importancia de decir  esos nombres en alto, pues lamentó que tras ser retenidos y fusilados, «solo eran nombrados a media voz en el seno de su familia». Contó que la mayoría fueron fusilados junto a la tapia del cementerio y que ese patio donde los enterreraon había permanecido abandonado también durante la democracia. «Esto termina hoy», recalcó.

El concejal de Ganemos puso en valor que esta dignificación del patio 31 se ha podido hacer gracias a la «fuerza» que le dieron los votos en las últimas elecciones y que les permitieron entrar en el Gobierno municipal. También pide al próximo Ayuntamiento que salga de las elecciones que no se olvide de otros patios en los que quedan fusilados como el 17, 19 y 43. Y como las elecciones están próximas, previno del «fascismo de hoy disfrazado con corbata, twitter y siglas en latín». Por eso, pidió una respuesta en las urnas. «Salgamos todos a votar y démosle una lección otra vez», expuso.

Sobre las lápidas, flores con los colores de la bandera republicanaSobre las lápidas, flores con los colores de la bandera republicana - Foto: Ví­ctor BallesterosMateo pidió perdón y lo hizo en nombre de «todos aquellos que en 40 años han estado mirando para otro lado». Asume que «sus asesinos y herederos ideológicos no lo harán nunca». Yaprovechó para recalcar que muchos fueron asesinados «porque el cacique o el señorito de turno quería quedarse con sus casas, sus bienes o sus hijas» y que «no fueron víctimas de la guerra, sino de una estrategia de exterminio». Recordó que los 223 enterrados en el patio 31 (dos de ellos mujeres) fueron fusilados entre julio del 39 y enero del 43.

Las dos últimas cartas de Florencio. En el acto también se pudo escuchar en Toledo unas palabras que se escribieron después de la Guerra por un hombre que sabía que iba a morir. Se llamaba Florencio. En dos ocasiones le dijeron que le iban a fusilar y escribió dos últimas cartas para su mujer. La primera vez que le anunciaron su ejecución no se realizó y fue demorada seis días.

Las leyó en voz alta Carmen Gómez, su nieta, que explicó que la carta la cosió entre su ropa para asegurarse de que llegara a su mujer. En esas letras, pedía que no le guardasen luto. «No conseguiréis más que se alegren cuando os vean», expuso.

Carmen leyó las cartas que escribió su abuelo antes de ser fusiladoCarmen leyó las cartas que escribió su abuelo antes de ser fusilado - Foto: Ví­ctor BallesterosY en ambos escritos insistió en que procurara que sus hijos aprendieran a leer, incluso teniendo que quitarse parte de comer, para que pudieran leer la historia de lo que estaba ocurriendo en su país. «Me siento tan español como el que más», añadía.

Su nieta comparte la voluntad de Florencio de que la historia de los represaliados se conozca y lamenta que ha tenido que ser su tataranieta la primera que ha podido leer cuatro líneas en el colegio «que hacían referencia al Golpe de Estado». Ella agradece la dignificación del patio 31, pero dice que es poco. «Que salga en los libros de texto y que todo el mundo sepa lo que ocurrió», reivindicó.el mundo pueda saber lo que ocurrió», exigió.