El Teléfono de la Esperanza pide más prevención e inversión

M.G
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La ONG colabora con la estrategia que está planteando la Junta, pero quiere un plan con fondos para proyectos

El Teléfono de la Esperanza pide más prevención e inversión

«Detrás de los datos hay personas que sufren». Lo dice Heli Díaz cargada de razón porque dedica mucho tiempo a atender llamadas de personas  con riesgo de suicidio en el Teléfono de la Esperanza. Ella, como otros muchos, gastan el auricular por ayudar, «para dar esperanza a quienes no la tienen». Su papel no es fácil porque no puede salvarles la vida, únicamente escuchar a los interlocutores, «respetando siempre su libertad» e intentar buscar a través de la conversación «lo que pueda agarrarles a la vida».

El Teléfono de la Esperanza lleva más de 40 años «trabajando en la salud emocional de las personas», como explicó Miguel Ángel Rojas, uno de los responsables en Toledo, pero necesita una mayor implicación institucional para poner en marcha más proyectos, contando con fondos públicos. Además, destacó la importancia de la sensibilización y de la participación de los toledanos en el programa de actividades elaborado para conmemorar el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, el próximo 10 de septiembre. Una iniciativa en la que también ha decidido colaborar el Ayuntamiento.

El programa incluye una marcha en las pistas de atletismo de la Escuela de Gimnasia el próximo martes, que finalizará con la lectura de un manifiesto y el encedido de velas por todas las personas que murieron en estas circunstancias el año pasado, un curso de prevención e intervención en la conducta suicida, que se impartirá el 18 y 19 de septiembre en la Universidad de Castilla-La Mancha, y una ruta de senderismo en noviembre.

En este sentido la concejala de Servicios Sociales, Ana Abellán, destacó el esfuerzo y la valía del Teléfono de la Esperanza y resaltó la importancia de ir ganando terreno en la prevención, «una tarea que nos incumbe a todos». El Ayuntamiento ha decidido colaborar con esta iniciativa, pero mantiene una estrecha relación con el colectivo desde hace tiempo, incluso facilitando una sede en Toledo, ubicada en la Escuela de Gimnasia para que la organización pueda continuar prestando «esa labor encomiable y necesaria».

más recursos. Los responsables del Teléfono de la Esperanza aprovecharon también la presentación del programa de actividades para pedir a las administraciones una mayor implicación y, sobre todo, más fondos. La organización lleva tiempo solicitando la puesta en marcha de un plan de prevención del suicidio de ámbito nacional, pero también está trabajando con el Gobierno regional de Castilla-La Mancha en la estrategia que se está elaborando. Sin embargo, consideran que la Junta debería dar un paso más y establecer un plan con una dotación presupuestaria.

«Queremos más, no queremos estrategias que no impliquen inversión», apuntó Rojas, que insistió que hay que llegar a mantener planes «con objetivos realizables y realizados», ya que los suicidios van en aumento y se trata de una problemática compleja que exige proyectos e iniciativas que ayuden a poner freno a estas muertes.

Los datos terminan de alumbrar la situación. El Teléfono de la Esperanza ha recibido 1.300 llamadas en Castilla-La Mancha en lo que va de año y se observa un aumento del 12% respecto a 2018. Yen lo que va del año ha descolgado 114 veces para ayudar a los que lo necesitan.