Quixote Crea vuelve al presupuesto con 1 millón de euros

I. G. Villota
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La Junta ha incluido una partida para las obras de este edificio, que quedó en el limbo hace dos legislaturas y que al finalizar la pasada se repensó como un centro multifuncional y no solo artístico

Quixote Crea vuelve al presupuesto con 1 millón de euros - Foto: ï»VÁ­ctor Ballesteros

La Junta ha vuelto a inyectar dinero a las obras del Quixote Crea, acrónimo de centro regional de expresión artística, el que nació como gran contenedor artístico de la región, allá por 2010, cuando se puso la primera piedra. Las obras aparecen en el presupuesto de la Junta de 2020, publicados esta semana, con 1 millón de euros, más otra partida de 165.000 euros.

El Gobierno regional ha incluido esta inversión para rescatar del olvido un edificio que quedó en el limbo hace dos legislaturas y que al finalizar la pasada se repensó como un espacio multifuncional, abierto a distintas actividades y conceptos, como centro cívico y restauración, y no solo artístico.

Las buenas noticias se confirman ahora, pero arrancaron hace meses. Días antes de las elecciones del 26 de mayo, el Consejo de Gobierno de Castilla-La Mancha autorizaba la licitación de la redacción del proyecto básico y de ejecución para la adaptación del centro cultural ‘Quixote Crea’ en Toledo. Lo hacía con la base de un anteproyecto, elaborado en mayo de 2019, a cargo del estudio de arquitectura toledano ‘Arquitectos San Lorenzo 8 slp’.

El presupuesto global del proyecto, según consta en el pliego de condiciones, es de 8,4 millones de euros. Una cantidad sustancial con la que terminar el edificio que contará con cafetería y restaurante, sala de exposiciones, salas de teatro, aulas para talleres, biblioteca e incluso una radio lab (laboratorio).

El edificio está parcialmente construido, con la estructura ejecutada en su totalidad, mientras que ni las fachadas ni los interiores están avanzados. Ahí es donde queda mucho por hacer.  

El 6 de mayo de 2009, la vicepresidenta y consejera de Economía y Hacienda, María Luisa Araújo, junto al alcalde de Toledo, Emiliano García-Page, presentaron la maqueta de un  proyecto que «será un espacio dinamizador de la vida cultural y económica de la ciudad», dijeron. El 6 de septiembre se puso la primera piedra de lo que sería el proyecto faraónico del Gobierno regional de José María Barreda.

Las obras del centro se adjudicaron por 35 millones de euros, en una superficie de casi 6.000 metros cuadrados repartidos en diversas salas polivalentes para exposiciones, salas de ensayo y talleres.

Pero en 2012, con el PP en el Gobierno, la asociación de vecinos de San Antón, el barrio donde está ubicado el edificio, empezaron a detectar la paralización de las obras. El Ejecutivo atribuyó a la crisis y la herencia recibida del PSOE el parón en los trabajos.

Desde el Ayuntamiento se solicitó la continuación de un edificio que, siete años después, no ha vuelto a ver actividad ni obreros en sus inmediaciones.

Parece que 2020 será el año de retomar los trabajos con el millón de euros presupuestado por la Junta, que solo servirá para activar la construcción, toda vez que la ejecución del proyecto completo es mucho más cara.

Atendiendo al proyecto que se tomará como base para finalizar la construcción, el área de salas de teatro del Quixote Crea sufrirá la modificación más importante respecto al proyecto original. En primer lugar, la propuesta plantea un aforo inferior al proyectado, limitando el patio de butacas al plano inclinado cercano a la escena. Quedaría ahora con unas 350 butacas, aproximadamente.

El estudio apunta que junto a la sala descrita habría otra en este nivel que se podría usar para ensayos, escuela de teatro o danza.  

El área de cafetería y restauración se sitúa en la misma posición que ocupa en el proyecto original, indica el anteproyecto, donde se refleja que «su actividad puede ser compatible con las áreas expositivas y de teatro, pero su uso puede ser gestionado de forma independiente del funcionamiento y los horarios del centro, sin ningún tipo de interferencias».

La zona expositiva se ubicará en la planta baja, tiene dos partes, lo que permitiría dos exposiciones diferentes y, sobre todo, «que la sala mayor pueda cerrarse en periodos donde no haya exposiciones o durante su montaje».

En el área del centro cívico o edificio cultural las actividades van desde ludoteca, biblioteca o aulas para talleres.