Once locales, incluido también el de la cafetería-restaurante que pueden dar «más vida» a la estación de autobuses. La Junta de Gobierno Local acaba de aprobar el expediente de contratación, en régimen de concesión administrativa, para la explotación de estos establecimientos por un periodo de ocho años. Se calcula y se ha fijado en un plazo total de ocho años. Hasta ahí, la información no dice mucho porque se trata de un contrato más que se renueva una vez que caduca. Sin embargo, esta vez el equipo de Gobierno ha querido ir más allá, en vista de la poca vida comercial de la estación de autobuses, y ha dado «una vuelta de tuerca» para que la licitación «sea más atractiva».
Así lo expresó ayer la portavoz del Ayuntamiento, Noelia de la Cruz, mientras informaba de los asuntos de la Junta de Gobierno Local de esta semana. «Hemos intentado modelar el contrato para que la gente se anime a explotar los locales», puesto que únicamente hay abiertos dos establecimientos en las instalaciones. El objetivo ahora es intentar que regrese la vida comercial a una estación de autobuses remodelada hace nueve años que no ha conseguido mantener en pie esos once locales comerciales a pesar de los intentos municipales y de las distintas licitaciones.
En principio, el contrato que está preparando la administración introducirá novedades respecto a las licitaciones anteriores para que se puedan ir abriendo negocios en una estación que recibe a casi tres millones de viajeros al año, con lo que se trata de un espacio muy frecuentado a diario. De momento, habrá que esperar a conocer los detalles y las condiciones de la contratación, aunque ya se observa que se ha fijado una mayor duración del contrato, pasando de cinco a ocho años.
sin resolver. La problemática se arrastra desde hace mucho tiempo. La vida comercial de la estación de autobuses se fue apagando tiempo antes de la remodelación de las instalaciones, realizadas en el año 2010. Si bien, desde el Ayuntamiento se pensó que el lavado de cara de la estación ayudaría a mantener los establecimientos abiertos, pero dos años más tarde, en 2012, seguía observándose que únicamente había explotados dos de los once locales, incluyendo la cafetería-restaurante, que también ha sufrido varios traspasos en los últimos años, y las licitaciones quedaban desiertas.
Buscar las distintas causas es complicado, pero la delincuencia que marca la zona desde hace tiempo y las condiciones que marca el Ayuntamiento para la gestión de los locales han contribuido también a agudizar la problemática, puesto que una de los requisitos apuntaba la imposibilidad de repetir negocios existentes en los alrededores de la estación, con lo que se prohibía abrir papelerías, prensa, pastelería, heladería, panadería y derivados, entre otros.
Ahora, el Ayuntamiento intentará de nuevo revitalizar el comercio de la estación de autobuses, una nueva oportunidad de cara a los viajeros, pero también para las arcas municipales, puesto que la explotación de estos locales, de entre 8 y 36 metros cuadrados cada uno, ayudaría también a costear parte de la factura mensual, que se incrementó significativamente tras la remodelación de las instalaciones debido, en parte, a los sistemas de calefacción, la iluminación, los ascensores y las puertas automáticas.