Toledo recibió el nuevo año con fuegos artificiales. El Ayuntamiento de Toledo planificó pequeñas sesiones pirotécnicas que comenzaron a las 0,05 horas de la noche y acabaron antes del toque de queda a las 0,30 horas en los barrios del Polígono Casco histórico, Valparaíso y Azucaica. Los fuegos arrancaron pese a que minutos antes de la medianoche llovía de forma intensa.
En barrios como Santa Bárbara, donde no hubo programación oficial de fuegos artificiales, fueron los más jóvenes los que se encargaron de la piroctenia. En Santa María Benquerencia se lanzaron en el aparcamiento público situado en el cruce de Río Boladiez y Río Guadiela, en Azucaica en la calle Azucena, en Valparaíso en el campo de fútbol de la avenida del Madroño y en el Casco en el Alcázar. En esta ubicación está previsto una nueva sesión de fuegos en la tarde de la víspera de Reyes.