El consejero de Fomento, Nacho Hernando, y el delegado de la Junta en Guadalajara, Eusebio Robles, hablaron esta mañana del avance de las obras de los edificios de Gicaman en Guadalajara en los que se tuvo que intervenir para garantizar la seguridad de sus habitantes. Se trata de los edificios de Laguna de Taravilla y La Colmada.

Hernando comentó que iban a trabajar en «una fecha ya definitiva para el posible realojo de las familias que tuvieron que salir de los edificios mientras se han estado haciendo labores de reconstrucción, rehabilitación y apoyo estructural». Señaló que a la vuelta de verano se podrá dar una fecha concreta para que puedan regresar a sus casas.

El delegado de la Junta calcula que, a falta de saber esa fecha definitiva, «a lo largo de este otoño podremos realojar a las personas que se quedaron fuera de sus viviendas». Hay que recordar que se tuvieron que marchar en enero de 2018.

En la reunión entre Hernando y Robles también se pusieron sobre la mesa determinadas obras de mejoras y arreglo de firmes en carreteras de la provincia. La que parece que se hará primero será la del puente Arriaca en Guadalajara capital. El consejero estima que las obras podrían comenzar este mismo mes de agosto y que estarían terminadas para finales de septiembre.

El tramo más largo sobre el que se va actuar es el de la carretera CM-2016, que entra por la provincia de Cuenca, llegando a Peralejo de las Truchas hasta su intersección con CM-2011. Hernando, que la definió como «la carretera que da acceso al parque del Alto Tajo», precisó que se harán trabajos de ensanche y mejora en 18,5 kilómetros. Espera que las obras estén terminadas noviembre y tendrán una inversión de 4,7 millones. El tercer proyecto de carreteras que mencionó  fue el de rehabilitación del firme de seis kilómetros de la CM-210 entre  Teroleja y Molina de Aragón.