Que vuelva Mayalde, que vuelva Torrejón

Dominguín
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Muy interesante novillada en Villaseca, donde los novillos facilitaron un triunfo mayor en trofeos, negados por el poco tino con los aceros de los novilleros y del palco.Nacho Torrejón desorejó a su novillo, dándole el pasaporte para la semifinal

Gran dimensión del novillero de Pantoja en la novillada de Villaseca. - Foto: Dominguín

Corren tiempos dulces en Villaseca de la Sagra, su VII edición del Alfarero de Plata, ha cuajado y de qué manera. El cambio de formato de tentaderos a novilladas ha supuesto un revulsivo para los aficionados, que han ido acudiendo cada fin de semana a la cómoda plaza ‘La Sagra’. A pesar del calor reinante en estos lares, en pleno verano toledano, se van sumando tarde a tarde asitentes venidos de toda la geografía provincial (los más), y de otros puntos más distantes que se están haciendo asiduos verlos en sus graderíos.

La novillada celebrada el pasado sábado, fue hasta ahora la más completa. La materia prima, puso mucho de su parte, los novillos lidiados de Carmen Arroyo y del Conde de Mayalde, pusieron en las manos y aceros de los novilleros, triunfos superiores a los vistos en el ruedo.

Debe convencerse de una vez este municipio que hay que lidiar en su plaza más animales de la vacada de Rafael Final. Ya fueron en otros años protagonistas en tentaderos, la final del primer Alfarero de Plata allá por 2014, un ejemplar visto de manera efímera ese mismo año en la novillada concurso, así como varios toros cuajados en las calles para los mozos. Pues enhorabuena a Jesús Hijosa por confiar de nuevo en la vacada de El Castañar, aunque fuera por la vía de la sustitución. Tres erales cuajados, serios, bien hechos, muy del gusto de la exigente afición villasecana, que además dieron un excelente juego los tres, cada uno con sus matices, pero sobresalientes de nota.

Nacho Torrejón salió a hombros de ‘La Sagra’. Nacho Torrejón salió a hombros de ‘La Sagra’. - Foto: DominguínLa otra media naranja del elenco ganadero, fueron los erales de Carmen Arroyo, que a pesar de ser devuelto uno de ellos a los corrales, no pusieron en complicaciones a los novilleros, dejándose con nobleza y entrega torear ‘Tremendito’ y ‘Empotricado’. A este último lo desorejó el triunfador del festejo.

Nacho Torrejón es el nombre propio y destacado de la tarde en Villaseca, que ya dejó su tarjeta de visita en el quite de dos chicuelinas muy ajustadas y una media al ralentí, meciendo a ‘Estafador’ con sus muñecas. Cuando pisó el albero “Empotricado” de Carmen Arroyo, el novillero de Pantoja se fue a por el sin miramientos y bajando la mano con la capa lo lanceó gustándose y gustando al respetable. El novillo no estaba definido, pero la buena lidia de Tomás López le ayudó a marcar su embestida tras los engaños.

Brindó a los asistentes y mostró al eral el camino en unos doblones con firmeza y mano baja, llevándolo largo y fijado a las telas. El enroque continuado con la diestra, genuflexo y dominador, fue rematado con el obligado de pecho, ahí ya cambió la cosa. Este fue el principio del éxito, el poder del novillero y la entrega eral. Supo darle los tiempos y las distancias al animal, combinado con el prodigioso temple que atesora, conjugaron una faena de las mejores vistas este año en Villaseca. Citaba con firmeza con la diestra, la muleta plana, arrastrándola por la arena y llevándole una y otra vez al novillo, lago hasta donde podía el brazo de Torrejón.  Los tendidos eran una caldera, entre el calor y la emoción clamorosa de jadear al toledano en casa muletazo, en cada remate y cada detalle de buen toreo.

Víctor Barroso se ha ganado un puesto en la semifinal. Víctor Barroso se ha ganado un puesto en la semifinal. - Foto: DominguínCon la zurda subió la intensidad, pues el novillero ya roto, llevó cosido a su muleta los pitones del pupilo de Carmen Arroyo, que seguía con más celo las telas por este lado. Finales con un pase del desdén que enloqueció a la parroquia, y ayudados por alto gustándose, preludio de una estocada entera, algo trasera que hizo doblar al eral en la arena. Los asistentes enloquecieron y rompieron a vocear y flamear los pañuelos de manera ostentosa. Las dos orejas del novillo, le concedió el palco y emocionado Torrejón, paseó entre vítores y recogiendo los numerosos presentes lanzados al anillo de ‘La Sagra’.

Víctor Acebo, tuvo en primer lugar del festejo un novillo con embestida extraordinaria, sobre todo por el pitón izquierdo, con la que el espada nos hizo atisbar que la cosa podía ser de lio gordo. ‘Jara’, un bravo astado de Mayalde, le puso el triunfo en bandeja y Acebo lo toreo en ciertos momentos con gusto y con detalles. Pero su acierto al cuarto intento con la espada le cerró cualquier posibilidad de tocar pelo.

Nino Julien llegó arrollador, incluso saliendo trastabillado en el quite que le correspondía al que abrió festejo, sufriendo una espeluznante voltereta que sólo quedó en un susto. ‘Tremendito’ de Carmen Arroyo tuvo cuajo y suavidad en sus viajes, sacando el espada lo mejor del animal en todos los tercios. Sobresalió el espectacular y entregado tercio de banderillas, que hizo levantar al público de sus asientos al poner el tercer par. Firme, con las zapatillas clavadas en la arena, centró su trasteo en tandas por ambos pitones, quizás cortas, pero emocionantes. Perdió el trofeo por marrar con la espada, saludando al respetable desde el tercio.

Javier Camps vio como se devolvía a su titular a los corrales, saliendo el sobrero de Arroyo, un colorado terciado, soso, pero que no complicó el trasteo al novillero. Sólo le quedó justificarse ante las pocas posibilidades de triunfo que le ofrecía el animal. Fue silenciada su actuación.

En cuarto lugar, pisó el albero ‘Estafador’, cuajado eral del Conde de Mayalde, que fue el animal más destacado del festejo, por su juego, embestidas y entrega. Le correspondió en suerte a Víctor Barroso que lo meció en la capa al compás por verónicas. Se dobló con la muleta de comenzó en las tablas, donde el novillo se entregó por ambos pitones. Barroso tuvo delante una máquina de embestir, y lo toreo por momentos con gusto por bajo y encaje. Pero el novillo que tenía movilidad y transmisión quería distancias y el novillero estaba más cómodo cerca de los pitones, lo que complicó el acople, de la mitad de faena en adelante. Pudo tocar pelo, pero su fallo con los aceros le cerró esta posibilidad.

El último componente del cartel era Ismael Martín, quien recibió animado al eral de la jota. Puso los rehiletes al novillo en lo alto, en un tercio bullidor que conectó con los tendidos. El tercer astado del Conde de Mayalde, embestía algo descompuesto, pero con nobleza, faltándole por parte del novillero, el fijar su embestida, dominándolo desde el principio. Su toreo fue bullidor y quiso aprovechar más la movilidad del astado que su clase. No obstante, estuvo en novillero, sin dejarse nada en el tintero, logrando pasajes muy ovacionados por los presentes. Se tiró a matar por derecho y enterró la espada en lo alto, tras lo cual el público rompió a pedir el merecido trofeo, que incomprensible denegó el palco. La primera oreja la otorga el público y no hay que negársela al que la pide y al que la merece.

Cuando se llegó al fin de la tercera novillada clasificatoria del Alfarero de Plata en Villaseca, se han dado a conocer los seis novilleros que el próximo sábado se jugarán un ansiado puesto en la final. Serán Alejandro Duarte, Alejandro Peñaranda, Eric Olivera, Víctor Barroso, Nacho Torrejón y Marcos Linares. El próximo 3 de julio se las verán con astados de Hermanos Sánchez de León y Sagrario Moreno.