La red regional de huertos solidarios de la Fundación Soliss se encuentra trabajando a pleno rendimiento con el fin de alcanzar este año cerca de cinco toneladas de producción. Estas serán destinadas a atender las necesidades de la población más vulnerable.

Desde la Fundación Soliss han recordado que las especiales circunstancias derivadas de la pandemia por la Covid-19 han disparado la demanda de alimentos por parte de los colectivos más vulnerables, motivo por el que la red de huertos ha «redoblado esfuerzos» para abastecer a comedores sociales y bancos de alimentos.

Según la Fundación Soliss se han incrementado las superficies cultivadas durante el confinamiento mediante acuerdos con otras entidades, como el grupo de restaurantes Vive Toledo, que cedió sus parcelas durante los peores meses de la pandemia para que no se perdiera la producción que habitualmente abastecía a sus restaurantes.

Al haber tenido que cerrar sus restaurantes, «llegamos al acuerdo con su propietario -explicaba en abril Eduardo Sánchez Butragueño, responsable de la Fundación Soliss- de que toda su producción de hortalizas y verduras iría también destinada a Cáritas, junto con la nuestra. Así los cultivos podrán mantenerse a pesar de que los restaurantes tengan que permanecer cerrados por la situación en la que nos encontramos». El artífice de esta iniciativa fue Mauricio Moraleda, responsable del aprovechamiento de casi 3.000 metros cuadrados de cultivos en Olías. Un espacio «pequeño pero muy bien aprovechado, ecológico, tradicional, nada que ver con una explotación intensiva», donde conviven parcelas de pequeñas dimensiones, «pensadas para personas o familias interesadas en cultivar sus propios alimentos», con superficies de mayor extensión, como las que son aprovechadas por la Fundación Soliss y el Grupo Vive Toledo.

Además, una vez finalizado el estado de alarma, se han plantado especies con mayor capacidad de producción: tomates, calabacines, cebollas, pimientos y pepinos, entre otras, para incrementar las cantidades de alimentos a repartir.

La Fundación Soliss ha recordado que en 2019 fueron 8.000 las personas en situación de vulnerabilidad beneficiarias de la red de huertos solidarios, remarcando que este año se estima llegar a entre 12.000 y 15.000 personas, como consecuencia de la crisis social y económica.

Igualmente, ha destacado que la producción del año pasado fue de unas tres toneladas, mientras que en 2020 se calcula que se alcanzarán cerca de las cinco toneladas, aunque habrá que esperar al final del verano para confirmar estas cifras.

La Fundación Soliss ha recalcado la importancia de este proyecto que, para muchas personas necesitadas, especialmente niños, supone «la única vía» para acceder a alimentos frescos de calidad, cultivados bajo las premisas de la agricultura ecológica.

En la actualidad, la red cuenta con huertos en Olías del Rey, Talavera de la Reina, Aranjuez, Cuenca y Motilla del Palancar.