Numerosos peces muertos y un fuerte olor a azufre han aparecido en el arroyo de Las Parras, concretamente donde se ha llevado a cabo la elevación de aguas con dos grandes tuberías para su traslado al Tajo, junto a la antigua N-V. Así lo denunció ayer una vecina que pasaba por la zona y, tras ello, la plataforma reivindicativa ‘Río Tajo Vivo’. En sus redes sociales, denuncian que «han aparecido cientos de peces muertos en el arroyo de las Parras, en Talavera de la Reina, junto con espuma (síntoma de vertidos) y olor fuerte a azufre». «Este agua acabará en el cadáver del río Tajo unos metros más abajo», explican.

La dantesca imagen junto al Cordel de las Merinas, que transcurre entre el centro comercial Los Alfares y el puente del río Alberche, y por donde cada día hacen deportes numerosos talaveranos, llamó la atención de algunos vecinos alertados por el fuerte olor «como a azufre o sosa caústica». Una vez allí, observaron además «la mala sensación» que daba el aspecto del agua.

Cabe destacar que esta obra puesta en marcha recientemente, posibilita mezclar el agua procedente del Alberche con el del Tajo en el caso de que el primero de los cauces no cuente con suficiente caudal para abastecer a las tierras de cultivo del Canal Bajo.

La Confederación Hidrográfica del Tajo no se ha pronunciado al respecto.