Un día de alegría y de buenas noticias. Así definió esta mañana la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, el acto institucional de presentación de Toledo como capital europea de la economía social durante este año, una ciudad modelo para la Unión Europea antes de que ceda el testigo a Portugal el próximo año.  

El 28 de mayo anunció esta designación, destacó «los valores de diversidad y de construcción colectiva tanto en los orígenes como en la historia de esta capital», y subrayó la valía de Toledo en el ámbito cultural y del pensamiento y su gran oportunidad  en línea con la economía social, «la columna vertebral de un momento decisivo tras la crisis de la pandemia de la Covid-19».

Díaz está convencida de que Toledo se convertirá en un buen espejo y, sobre todo, en un «espacio inclusivo y de diálogo de las familias de la economía social», un modelo productivo que va ganando peso en el mercado con sus más de dos millones de empleos directos, y m ás de 400.000 entidades , lo que supone el 10% del PIB nacional y un 8% del PIB de la Unión Europea.

Las cifras ayudan a visibilizar la importancia de la economía social,  «un pilar imprescindible de la construcción europea y de una obligada innovación social». Por tanto, la ministra recalcó que no se trata únicamente «  departe de la solución para la reactivación económica en los próximos meses, se trata de un objetivo prioritario, «un motor de transformación basado en las personas  y en un proyecto fundado en la solidaridad y el compromiso con el entorno social, económico y medioambiental».

La ministra de Trabajo valoró el acuerdo alcanzado recientemente en el Ayuntamiento de Toledo para impulsar un plan de reactivación económica destinando quince millones de euros, pero, sobre todo, subrayó el hecho de haberlo conseguido «por unanimidad», una condición muy complicada en estos tiempos políticos. En este sentido, también aprovechó su intervención para elogiar a Milagros Tolón como alcaldesa y a Patricia  Franco como consejera de Economía, Empresas y Empleo, «por la manera diferente de hacer las cosas» y el trabajo de ambas administraciones públicas para conformar la agenda de Toledo 2030» en unos meses  muy complicados de pandemia que, entre otras cosas,  ha dejado una importante lectura, la colaboración de las administraciones públicas, la sociedad civil y las empresas y la puesta en marcha de medidas e iniciativas específicas para destinar ayudas e impulsar al sector.

retos El diálogo social, «la seña de identidad» del Ministerio de Trabajo, es una directriz a seguir en la visibilización y avance de la economía social», según Díaz. Además, destacó la creación «por primera vez de un grupo de trabajo con todas las comunidades autónomas  «para poner en común buenas prácticas y armonizar de manera pionera estrategias autonómicas» en esta materia. Por tanto, la ministra de Trabajo pide que Toledo «tome el relevo de las ciudades europeas» en la economía social, «una de las políticas palanca de la estrategia española de la Agenda 2030. Así que Toledo «es el lugar idóneo de encuentro y diversidad».