El Ayuntamiento anunció en mayo un desahucio «en semanas»

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Los residentes del entorno denuncian el abandono institucional en el que se han encontrado, tras una sucesión de problemas a la que solo la Asociación de Vecinos Alcántara ha prestado atención

El Ayuntamiento anunció en mayo un desahucio «en semanas»

Después de más de un año de sufrimientos y quejas a las distintas administraciones, los residentes del entorno del bloque ocupado recibían por fin una buena noticia. El Ayuntamiento comunicaba por vía telefónica el 30 de mayo a una de ellas que la solución estaba próxima: «en unas semanas» se producirían los desahucios. Sin embargo, han pasado ya tres meses y la situación no se ha movido ni un ápice. Es más, por los comentarios que se escuchan a los propios ocupas, sospechan los afectados que ha podido haber un pago de dinero, unos tres mil euros, para que se marcharan a otro lugar. Unos lo han hecho y su vivienda se ha llenado de nuevo. Otros en cambio continúan allí y presumen de que no se marcharán si no hay más dinero.

Desde hace más de un año, apuntan los vecinos, están intentando denunciar por todos los medios la situación que tienen que soportar a diario como consecuencia del bloque ocupado. Han solicitado incluso una entrevista con Tolón, que el Ayuntamiento ha rechazado. «Pero hasta la fecha nos hemos visto bastante impotentes, nos decían que no se podía hacer nada ante esta situación, supuestamente porque ya está en manos de los juzgados, y no se sabe cuándo se resolverá», apuntan.

En ausencia de otras respuestas, confiesan los residentes del entorno, solo han encontrado la ayuda de la Asociación de Vecinos Alcántara. Ella organizó una reunión con los responsables de la Policía Nacional, en la que los afectados pudieron contar su situación y la Policía se comprometió a un aumento del número de patrullas, para hacer una labor preventiva. Sin embargo, se lamentan los vecinos, «no hemos visto prácticamente ningún cambio».

Respuesta policial. Entre las quejas de los vecinos, se repiten las de la falta de actuación policial. Por un lado, es que cuando acuden porque alguien les llama por exceso de ruido, se limitan a pedir que se baje el volumen. Pero también se ha dado la circunstancia de que no se ha hecho caso a las llamadas por su reiteración. «No quieren ustedes bajar, vamos a tener que salir los vecinos», ha llegado a apuntan, desesperado, uno de ellos.

La situación es tal que ya se han dado algunas situaciones de tensión y enfrentamiento, tanto entre los ocupas, como entre ellos y los vecinos. Además, «con el paso del tiempo, ellos se han envalentonado, se han hecho fuertes y visto que por más que hacen, no les tose nadie y parece que la Policía está asustada, y ya hasta se enfrentan a los vecinos y nos insultan o nos lanzan cosas, porque saben que estamos empezando a tomar medidas, es una situación caótica». No es extraño escuchar cada vez más ruido y la frase «para que los payos se quejen». Mientras tanto, algunos vecinos se están cansando de no dormir y están perdiendo la paciencia.