Primer día hábil del año y la Asociación de Vecinos Alcántara no ha querido esperar más para tratar con el Ayuntamiento una cuestión que le preocupa, como es el arreglo y mejora de las calles paralelas a la futura ampliación del bulevar de la Rosa, que en principio no se van a ver afectadas por la actuación. Ayer mismo, los vecinos pidieron un encuentro con la alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, para tratar el tema.

En realidad, reconoce el presidente vecinal, José María Jiménez, Alcántara sí conocía el proyecto, porque la propia Tolón se lo presentó en primicia hace un par de años, cuando estaba todavía en estado embrionario. Pero ahora que ha salido definitivamente, le gustaría repasarlo de nuevo, y conocer cualquier modificación que haya podido sufrir.

Una de las cuestiones de las que se quiere informar bien Alcántara es de si el proyecto va a afectar en alguna medida a las calles perpendiculares al actual paseo. Sabe la Asociación por lo que ha podido ver en La Tribuna que la ampliación se hará sobre la vía de servicio. Pero entiende que no se van a tocar las calles transversales. Algunas de ellas están en muy malas condiciones, «y convenía, por lo menos, darles una vuelta».

Es cierto que durante las dos últimas legislaturas se han venido haciendo algunas mejoras, sobre todo en el área de accesibilidad. Pero también lo es que hay espacios en los que no se ha actuado desde hace por lo menos cuatro décadas. De ahí que la Alcántara tenga la percepción de que si no se llega a actuar en este entorno, habrá vecinos que terminen muy enfadados. La idea de Jiménez es que, si no se puede incluir en esta actuación la mejora de estas calles, la Asociación al menos sí pueda arrancar un compromiso municipal para próximas actuaciones. Puede ser complicado que ahora se incluyan por motivos presupuestarios, «pero si no es así, que lo tengan en cuenta para futuros presupuestos y cuando haya un superávit, se lo agradeceríamos».

Finalmente, apunta Jiménez, la Asociación también trasladará a Tolón algunas inquietudes que han detectado en Santa Bárbara, como son cuestiones relacionadas con la poda, los acerados (como el de la subida del hospital) y la necesidad de una profunda intervención en el parque de Viguetas, «cuestiones que nosotros sabemos que ya están en ello, porque así nos informaron, son proyectos que quieren solucionar esta legislatura, pero queremos que al menos este año se pueda iniciar algo».

Tras la reunión con el Ayuntamiento con el movimiento vecinal para explicar los presupuestos del recién iniciado ejercicio, Jiménez entiende que es difícil arrancar muchas de las cuestiones que le gustaría a Alcántara. Su principal intención es que dentro de la partida de presupuestos, se consiga dinero para la renovación de acerado. Al menos, espera que se pueda desarrollar el de la subida del Hospital, dado que es una actuación que los vecinos del barrio llevan años solicitando.

Centro de salud. Esta no es la única reunión que han solicitado los vecinos de Santa Bárbara. Hace unos diez días que Alcántara también mandó un escrito al gabinete del consejero de Sanidad, Jesús Fernández, para solicitarle una entrevista a la mayor urgencia posible en la que tratar con él las tan retrasadas obras del centro de salud de Santa Bárbara y su puesta en funcionamiento.

El caso es que se inicia un nuevo año y, como ya ocurriera hace doce meses, Alcántara espera que, ahora sí, este sea el ejercicio del fin de la obra del centro de salud. En una visita de Emiliano García-Page y Milagros Tolón, Jiménez preguntó a la empresa cuánto duraría la obra. Nueve meses, le contestaron, «un embarazo», apuntó él. Pero el embarazo va ya por los trece meses, «no sé qué animal puede tener un embarazo tan largo, la obra lleva un retraso, bajo nuestro punto de vista, considerable», apunta el presidente vecinal.