Arrancan oficialmente las obras de la torre de la Catedral

Redacción
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Se ha empleado un mes en montar la compleja estructura del andamiaje, que solo puede levantarse desde el suelo en dos de las cuatro caras de la torre. El presupuesto es de 800.000 euros

Arrancan oficialmente las obras de la torre de la Catedral - Foto: Yolanda Lancha

Las obras de restauración de la torre de la Catedral de Toledo arrancaron ayer oficialemente tras la instalación del complejo andamiaje necesario para afrontar los trabajos y una vez se ha puesto fin al largo proceso de obtención de licencia de obras cuya solicitud presentó el Cabildo ante el Ayuntamiento de Toledo el pasado 5 de marzo.

Los andamios cubren una gran parte de la torre cuya restauración se prolongará al menos durante un año, con un presupuesto de 800.000 euros, que será financiado por el propio Cabildo catedralicio.

Como se recordará, el pasado domingo 14 de octubre de 2018, a primera hora de la mañana, una pieza de una de las cornisas de granito de la torre de la catedral se desplomó hacia la calle Arco de Palacio. Los bomberos realizaron los trabajos de emergencia suspendidos de cuerdas y descendiendo desde el nivel del campanario hasta el nivel de la torre donde se había producido el desprendimiento (en una altura aproximada de 40 metros).

Inmediatamente, a petición del Cabildo, se realizó una inspección pormenorizada de las fachadas y cornisas de la torre para documentar las lesiones y procesos patológicos existentes, así como algunas actuaciones preventivas durante la misma inspección tales como el acuñado o el desmontaje de elementos con peligro de desprendimiento.

El objetivo de la intervención es evitar desprendimientos y consolidar la estructura. Los exámenes preliminares e informes de bases previos a la intervención señalan la pérdida de mortero en las llagas de los sillares de granito, así como la erosión de los elementos de pizarra y caliza. La disgregación de los morteros, unida a la erosión provocada por los excrementos de las palomas y el crecimiento de la vegetación, puede acrecentar el riesgo de que se desprenda alguna cornisa. «No son solamente molduras estéticas -explicó en su día arquitecto de la Catedral, Jaime Castañón-, sino que su misión es proteger los frentes cuando cae la lluvia».

Las obras de restauración permitirán revisar concienzudamente cada elemento pétreo y sus uniones, sellando y consolidando las partes en peligro de disgregarse. Los técnicos valorarán posteriormente la limpieza de suciedad y la aplicación de pátinas. Asimismo, se realizará un completo estudio de los materiales, por mucho que la estructura de la torre esté en buenas condiciones, ya que es toda de piedra de sillería, con anchos de muro muy grandes que se encuentran en un buen estado, aparentemente.

Aún es pronto para saber cuánto tiempo permanecerán instalados los andamios, aunque según afirmaron en su día el arquitecto de la Catedral y el canónigo obrero estarán un mínimo de siete meses (siendo necesarias dos o tres semanas solamente para su instalación).

La complicación técnica de estos andamios, explicaron, es que en dos de los cuatro frentes de la torre no pueden levantarse desde el suelo, por lo que será necesario redistribuir sus empujes convenientemente. Aún así, su anchura no superará la de la acera a la altura de la calle Arco de Palacio. En principio, el desarrollo de las obras no está afectando, ni tiene previsto hacerlo, a las visitas al templo.

Como se ha señalado, la intervención exige el repaso general del estado de la torre pese a que se conozca que los defectos se encuentran en las cornisas. A continuación, se realizará una limpieza general, se repararán los elementos más deteriorados y se aplicará el tratamiento de consolidación que corresponda para proteger la torre y garantizar su conservación durante un largo periodo de tiempo.