«La crisis ha sido mucho más dura que la de 2008»

I.G.Villota
-

El presidente del Banco de Alimentos señala que «hay familias que nunca han vivido esta situación y tienen vergüenza. En vez de mandarles a una cola de reparto, les derivamos a los servicios sociales donde el trato puede ser más íntimo»

«La crisis ha sido mucho más dura que la de 2008» - Foto: VÁ­ctor Ballesteros

El Banco de Alimentos de Toledo atendía a 90 entidades sociales antes de la pandemia por el coronavirus. Ahora son 140. Un incremento notable en muy poco tiempo, que se debe a la crudeza de la crisis sanitaria, que paralizó el país de un día para otro, dejando a muchas personas, que suelen vivir al día por los bajos salarios, con miedo, incertidumbre y sin alternativas.

Son muchos los que han acudido por primera vez a una entidad social para poder comer. No lo hicieron ni siquiera en la crisis de 2008. Una crisis que, según aprecia el presidente del Banco de Alimentos, no fue tan fuerte pero sí fue más larga. Ahora confía en que el país remonte de celeridad.

Manuel Lanza nos cuenta el trabajo realizado por esta organización, agradece la labor de los voluntarios y se atreve a pedir ayuda económica para comprar los artículos que realmente necesitan para evitar excedentes de unos y carestía de otros. Con la garantía siempre, recalca, de que el dinero que se entrega al Banco de Alimentos se destina a comprar artículos esenciales para quienes peor lo están pasando. Manuel atiende por teléfono a La Tribuna y nos cuenta la realidad que han vivido durante estas duras semanas.

¿En qué situación está el Banco de Alimentos? ¿Habéis cerrado durante el estado de alarma?

Ahora mismo estamos repartiendo 180.000 kilos de alimentos recibidos del Fondo Español de Ayuda al Necesitado, es una campaña que hacemos tres veces al año. El Estado español compra alimentos y los reparte a Cruz Roja y el Banco de Alimentos para que a su vez lo repartamos entre las entidades benéficas que pueden solicitar estas ayudas. El lunes empezamos el reparto y estaremos hasta el día 10.

En cuanto a la actividad propia, cuando cerramos el Banco de Alimentos por el estado de alarma, el 16 de marzo con los últimos repartos, estuvimos cerrados dos semanas y media. Abrimos algún día porque alguna entidad nos pidió ayuda con bastante insistencia.

Después hicimos una desinfección en profundidad de las instalaciones del banco y en cuanto tuvimos los EPI adecuados volvimos a abrir y retomamos los repartos.

Estábamos muy faltos de alimentos porque esas semanas estuvimos sin recibir prácticamente nada y sí habíamos repartido parte de las existencias que teníamos.

Fue una situación inesperada y excepcional. ¿Cómo hemos reaccionado los toledanos?

La situación en la que se encontró el país ha propiciado que la sociedad reaccione de manera muy solidaria, y tanto entidades como particulares nos están ayudando tanto con alimentos como con dinero con cantidades importantes.

Mercadona nos entregó unos 11.000 kilos, Lidl otros 4.000 o 5.000 kilos de alimentos, Alcampo va a empezar una campaña este fin de semana. Ha habido una reacción muy importante.

También muchísimas personas que de manera individual han tenido confianza en nosotros para darnos dinero y que seamos nosotros los que compramos los alimentos.

No solemos hacerlo ni pedirlo pero en este caso estábamos tan deficitarios de determinados tipos de alimentos que yo me atreví a solicitar esta ayuda.

En ocasiones nos encontramos con que tenemos no exceso de algún tipo de producto concreto pero sí con bastante cantidad y un déficit absoluto de otros que pueden ser básicos.  

Esta solidaridad nos ha permitido comprar y renovar los stocks y atender a una necesidad que ha crecido de manera exponencial y tremenda.

Antes del cierre por la pandemia atendíamos a 90 entidades y ahora estamos atendiendo a 140. Hay nuevas que nos han pedido ayuda y las que ya estaban nos dicen que el número de personas a las que atienden también es mayor.

¿Y cómo se atiende este incremento?

Eso nos obliga a seguir trabajando, pero trabajar con lo que tenemos. Por mucho que aumente la necesidad a nosotros nos llegan los alimentos que nos llegan. Eso nos obliga a dar unas cantidades por persona relativamente bajas. Estarán en orden de 3 o 4 kilos por persona y mes. Es lo que tenemos. El Banco de Alimentos desgraciadamente no va a quitar el hambre a nadie, solo podemos prestar ayuda. Y lo hacemos con nuestro esfuerzo y nuestro corazón.

¿La solidaridad también se ha notado con más voluntarios?

Gracias a Dios estamos teniendo ayudas de personas en los repartos y con una garantía importante. Todas las personas que trabajamos habitualmente en el Banco de Alimentos tenemos negativa la prueba PCR de coronavirus. Estamos garantizando la situación sanitaria del banco. Se lo debemos a un instituto de Barcelona de análisis clínicos que nos hizo las pruebas gratis.

¿Cuándo empezasteis a detectar la gravedad de la crisis?

Yo en la primera entrevista que concedí a raíz de la pandemia dije que intuía que iba a ser una crisis muy dura. El gran problema de esta pandemia, que no la tuvo la crisis del ladrillo de 2008, es que en esta ocasión se ha paralizado el comercio, el turismo, la actividad industrial durante tres meses. En 2008 tuvo la dureza del ladrillo y fue una pedrada importante, pero se marchaba. Ahora se ha cerrado todo y nos hemos encontrado con personas que antes se mantenían y ahora se han visto sin nada. Hablo de dependientes de tiendas, camareros, vendedores de flores, vendedores ambulantes…

Son personas que viven con salarios justos y les permiten vivir al día y dejar de cobrarlo de golpe les ha dejado sin sustento. Gracias a los ERTE que están funcionando se ha parado algo, pero hay inquietud y miedo a que la empresa cierre.

¿Algo que le haya impactado especialmente?

Nos hemos encontrado situaciones muy dramáticas con personas en la calle y sin posibilidad de encontrar ayuda. Me refiero por ejemplo a una asociación de prostitutas de Talavera que nos dijeron que no tenían nada. Personas que van de un sito para otros, que no están empadronadas y que los servicios sociales de los ayuntamientos no reconocen. Se están dando situaciones muy duras.

¿Será una crisis tan larga como la de 2008?

Creo que va a durar menos, y confío en ello, salvo que haya recaídas. Si las cosas marchan como parece que van todo va a ser más liviano que aquella crisis, pero en este tiempo que ha transcurrido ha sido mucho más dura que aquella.

Ha habido personas que nunca antes habían recurrido al Banco de Alimentos y que lo han hecho por primera vez.

Nosotros no damos alimentos a personas directamente, solo a entidades, y en consecuencia el trato personal es relativo. Pero tenemos conocimiento de lo que ocurre por lo que nos trasladan las entidades. También ahora estamos recibiendo muchísimas llamadas de personas particulares para pedirnos ayuda. Intentamos derivarles a los servicios sociales del ayuntamiento donde reside cada persona. Atendemos la llamada, les escuchamos, y hay muchas personas que se han encontrado por primera vez en una situación de tal apuro.

Y ahí entrará la vergüenza.

Sí, sobre todo en los pueblos. Es un problema entendible. Cualquiera lo podemos entender. Por eso más que mandarles a otras entidades donde los repartos en ocasiones son un día a la semana con una cola donde se junta toda la gente, les derivamos a los servicios sociales donde entendemos que el trato puede ser más íntimo.

¿Qué necesitáis ahora mismo?

Queremos los productos propios de la dieta mediterránea, leche, azúcar, cacao, legumbres, platos preparados. Lo que cualquier persona compra para su casa, salvando productos frescos que  no podemos tenerlos en las instalaciones. Productos sin caducidad inmediata.

Ahora mismo, por diferentes gestiones que agradecemos, hemos reunido unos 20.000 litros de leche, que para nosotros es una barbaridad. Y la leche es un producto con caducidad relativamente temprana y en ocasiones tenemos que hacer repartos altos para que no se nos eche la fecha de caducidad encima.

Por eso en esta situación tan crítica me atrevo a  pedir dinero para nosotros ir comprando en función de nuestras necesidades. En la web del Banco de Alimentos de Toledo indicamos las distintas formas de recibir ayuda de manera económica.

Esta semana hemos hecho una compra de 4.000 euros de platos preparados a una empresas de Los Yébenes. Es un producto que nos compran menos pero que es muy útil.

La garantía absoluta de que todo el dinero que nos den para comprar alimentos se va a destinar a eso y si cualquier persona prefiere comprar los alimentos la ayuda siempre es bienvenida.