El Ayuntamiento acomete la rampa de la piscina de Azucaica

J. Monroy
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El anuncio llega tras las quejas de una usuaria que tiene dificultades para acceder a las instalaciones con una menor en silla de ruedas y tiene que estar pidiendo ayuda

El Ayuntamiento acomete la rampa de la piscina de Azucaica - Foto: Yolanda Lancha

En la jornada de ayer comenzaron las obras de construcción de la nueva rampa de acceso a la piscina municipal de Azucaica, tal y como confirmó a La Tribuna el nuevo edil de Deportes, Pablo García.

La actuación viene tras la demanda, tanto en las propias instalaciones, como en el Ayuntamiento, de una usuaria, madre de una niña que tiene que acudir en silla de ruedas, y que se encuentra a diario con dificultades para entrar en las instalaciones. El Ayuntamiento todavía no se ha puesto en contacto con ella para comunicarle la decisión. Ella continúa acudiendo a la piscina casi a diario con la niña, pidiendo ayuda a quien haga falta, «no se me caen los anillos por pedirla». Cuando comience la obra lo agradecerá, aunque apunta que lleva escuchando lo mismo desde hace más de un mes.

Hay que recordar que tras las peticiones vecinales, por fin el acceso al vaso de la piscina municipal de Azucaica es accesible, con la silla adaptada para personas con discapacidad. Lo curioso es que llegar a este vaso era hasta ayer toda una odisea. Así lo ha denunciado esta madre de una niña con discapacidad, que ha pedido al Ayuntamiento que haga accesible la entrada a las instalaciones municipales. Haría falta adaptar muchas más cosas, pero de momento se conforma con poder acudir a la piscina con sus hijas sin tener que estar pidiendo ayuda para entrar. El primer problema con el que se encontraba la madre era la arena del pequeño parque que hay que atravesar hasta la piscina. Las ruedas de la silla se clavan y no avanzan. Ella tiene que estar pidiendo ayuda para que le ayuden a empujarla. Después tiene que llegar a la acera, en la que la antigua y minúscula rampa es más un escalón. Ella no puede sola con la niña y su hermana gemela, que bastante hace con sujetar las bolsas de la piscina. De nuevo, necesita ayuda. Igual tiene que dejar a las niñas solas e ir a la piscina a pedir este socorro.

Esta madre había una reclamación ante el Ayuntamiento y en la propia piscina, para que las instalaciones sean accesibles. Se trata de una cuestión que, que duda cabe, beneficia a su hija, apunta, pero también a otros muchos usuarios: todos los que quieran ir en silla de ruedas, incluidos los usuarios de la cercana residencia de la tercera edad, que veces también tienen dificultades para llegar a la piscina u otras partes del barrio.

No es el único problema de accesibilidad en el barrio que ha denunciado esta mujer afectada. También ha criticado la actuación de algunos conductores de autobuses, que o no paran, o no bajan la rampa. Igualmente, hay problemas para ir con silla de ruedas en la avenida de Azucaica, y en la propia parroquia.