El último superviviente

F. J. R.
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Un grupo de vecinos evita la tala de más árboles. Se concentraron ayer alrededor del único ejemplar que quedaba por cortar de los 25 arrancados el miércoles y lograron disuadir a los operarios previa identificación de la policía local

El último superviviente - Foto: Yolanda Lancha

Un solitario platanero va camino de convertirse en todo un símbolo para un buen grupo de vecinos del barrio de Buenavista que no han encajado bien la decisión del Ayuntamiento de talar toda una hilera de estos árboles en el parque de Bélgica. Los ejemplares llevaban ahí unos 23 años, y en la mañana del pasado miércoles comenzaron a ser talados para, 24 horas, después proceder a arrancar los tocones y raíces que quedaban como último recuerdo de ellos. La medida pilló por sorpresa a muchos, aunque el Consistorio la había comunicado con antelación a través de la asociación de vecinos La Ronda de Buenavista. No comprendían bien los criterios para tan indiscriminada tala y quisieron pedir explicaciones tanto a los operarios que realizaban las tareas como al Ayuntamiento.

Finalmente, tras unas horas de incertidumbre, se quedó un único árbol de todo un lateral del parque sin cortar. Una niña colocó sobre él un cartel pidiendo su salvación, y algunos vecinos lo protegieron de la motosierra. Se acordó dar 24 horas más al tema, y estaba previsto que en la mañana de ayer se talara definitivamente el simbólico ejemplar.

Desde antes de las ocho de la mañana de ayer, un grupo de poco más de 15 personas se dio cita rodeando el árbol con la intención de evitar su tala. La llegada de los operarios no disuadió a los vecinos, e incluso se vivió una ligera tensión cuando trataron de acercar el camión de la tala a pesar de la presencia de los allí reunidos. Finalmente, la actitud de los vecinos hizo desistir a los leñadores, que llamaron a la policía local para que tomara nota de la situación. Los agentes procedieron a identificar a las personas que se oponían a la tala y ahí se quedó el solitario platanero, como un símbolo de la particular resistencia de unos vecinos que no entienden los criterios que han llevado a cortar 25 ejemplares.

El Ayuntamiento siempre ha mantenido que los árboles estaban ocasionando daños en los patios y en las tuberías de unas viviendas cercanas, situadas a menos de medio metro, aunque los vecinos argumentan que los plataneros se plantaron antes de construirse las casas.

Sea como fuere, de momento los vecinos han logrado salvar al solitario árbol, que ha recibido un nuevo cartel de apoyo infantil y que va camino de contar con muchos más.